SÍMBOLOS QUE TODOS PODEMOS LEER
(EB-27 julio 1999)
Los signos gráficos y plásticos no tienen edad. Desde tiempos remotos, los seres humanos hemos visto: montañas, valles, llanuras y desde luego, el cielo. Nuestros antepasados humanos no se diferencian de nosotros ni por su psicología, ni por sus necesidades fundamentales, por tanto, tampoco por su comportamiento. Almacenado en nuestra memoria, estos conocimientos se desarrollan con nosotros y nos acompañan toda la vida.
Vivimos en la época de las grandes investigaciones. Se exploran nuevas dimensiones y nuevas relaciones; las distancias se acortan; los pueblos y civilizaciones de diferente origen se acercan unos a otros. Por ello existe una necesidad de entendimiento, de crear nuevas signos y/o símbolos basados en comunes denominadores para llegar a un lenguaje visual común.
A través de la larga historia de la existencia del hombre, este halló otros medios de comunicación que no necesitaba de la palabra hablada (oral). Los antiguos griegos difundían noticias por medio del señales de fuego y los aborígenes americanos con el humo. A{un hoy “hablamos” sin palabras cuando aplaudimos para expresar a los artistas “nos gusta tu trabajo”. Todas las civilizaciones han dado una enorme importancia a la comunicación visual.
La expresión visual es una parte intrínseca en la sociedad y emanación de esta. A manera de agenda, los incas del Perú usaban un “quipu”: cuerda principal de la que colgaban cuerdas anudadas, más pequeñas, de diversos colores. Cada color tenía su propio significado. Se usaban los quipus para contar y para enviar mensajes, recordar hecho y acontecimientos.
Los antiguos chinos, los africanos y los nativos australianos, usaban palos con marcas y cuerdas con nudos con el mismo propósito de nuestros incas.
La razón por lo cual los símbolos aparecieran tan temprano, reside en el modo de operación de la mente humana, enfrentada a un mundo hostil, halló en los símbolos una de las armas de supervivencia más eficaces.
En Egipto el uso de la escritura ideográfica, a través de los jeroglíficos, fue el inicio de la representación codificada del lenguaje escrito de hoy. Los griegos adoptaron representaciones personificadas de la naturaleza, los sentimientos, las pasiones, y las divinidades. Los romanos, continuaron esta tradición religiosa, enfrentada posteriormente con el simbolismo cristiano.
Si la mitología y las antiguas religiones nacieron de los símbolos, la Santa Biblia de los cristianos, también impregnada de este simbolismo: el arco iris (Alianza de paz entre Dios y los hombres), la manzana(el pecado original), la serpiente(el mal), etc.
Durante la Edad Media el simbolismo fue el órgano rector del pensamiento, la filosofía, la mística y hasta la poesía. Por ello el arte gótico, como el románico, están basados en el simbolismo greco-romano. En el renacimiento italiano sigue el interés por el simbolismo, aunque tuvo un sentido profano. En el siglo XIX de las luces, el maquinismo, el predominio de la técnica y las nuevas generaciones portadoras de la Era Atómica, el hombre ya no inventaba símbolos, sólo se interesó por la producción de máquinas que trabajaran por él. Sin embargo, el exceso de tecnología propició el desarrollo de la psicología, poniéndose con esta los símbolos en circulación, porque los sueños tienen abundancia de símbolos.
La imaginación popular y la fantasía creadora de los hombres ha producido seres de ficción quienes hay veces escapándose de quien los creó. Llegan a ser más importantes que estos, y lo más curioso se convierte en seres de carne y hueso.
1 comentario:
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