AÑORANDO

AÑORANDO

Me buscarás para mirar juntos el cielo,

caminar en las colinas y mojar nuestras manos

soñar que volamos en las alturas

donde existe la razón de nuestra existencia.

Así los ángeles estirarán sus tiernos brazos,

nuestros pies marcharán en busca de lo desconocido,

donde los pecados son muchos y nada escapa,

y podremos al fin contentar nuestros sueños.

El estremecimiento será menor en lo profundo,

sobrándonos los labios para besar intensamente

para vivir el diario sin sol, sin luna, sin tu retrato,

para seguir haciendo nuestra historia desfalleciendo.

Entonces caminarán la historia, el amor y la gente

habrá mil muertes, y dos cuerpos anónimos.

Nadie reclamará nuestros restos sin sonrisas

nada será logrado, porque el precio siempre es alto.

LOS SUEÑOS DE LA RAZÓN

LOS SUEÑOS DE LA RAZÓN

Por un motivo inexplicable, mi día de actividades no termina a la hora que me acuesto, sino que se me revelan como un puñado de aire, algunas cosas que quiero comentarles.

Siempre es una preocupación los años que se vive, pero dentro de poco el ser humano será  “joven para siempre” y llegará a cumplir hasta 180 años. Eso creará unos problemas en las leyes de jubilación, las AFP y los sistemas de salud. La genética hará lo suyo permitiendo que la tecnología llegue a liberar de chofer o conductor en los automóviles, aviones y otros medios de transporte. El hombre visualmente estará preparado para ver formas tridimensionales, ampliando o minimizando su visión según requiera el caso, pero además verá a través de los objetos. Entonces la distancia entre las computadoras y el hombre se habrá reducido a su mínima expresión, ambos actuará incluyendo principios morales y éticos, y tendrán ellas conciencia, sentimientos y personalidad. El facebook sabrá incluso lo que estamos pensando antes de escribir en él.

Dado el avance y control de los seres humanos a través de sistemas computarizados, la paternidad se convertirá en “responsable” a través de los usos que se hagan en nuestro chip. Si el hombre a pesar de todo el avance científico hace mal uso de la tecnología afectará el medio ambiente y destruirá las cosas que realmente importan en nuestro planeta. Muchas enfermedades serán curables, incluyendo el cáncer en sus diferentes modos y expresiones.

Nuestros alimentos serán “recetados” por las computadoras y se gestarán nuevos sabores. El sonido sufrirá cambios notables, lo oiremos, pero también nos programaremos para ser felices o estar tristes al escucharlo. Muchos miembros del reino animal y vegetal sufrirán mutaciones convenientes para el hombre. Podremos disfrutar de un amanecer a través de las paredes de nuestras viviendas, y las escuelas olvidarán pizarras y pupitres para hacer clases virtuales sin salir de casa. Los docentes serán virtuales y la cultura humana se encontrará en los link de las computadoras. Las personas vivirán encerradas en su vivienda y las refrigeradoras le indicarán los productos que deberá comprar por delivery.

Nuestros pensamientos serán más positivos, la vida será más racional y descargaremos como una máquina los sentimientos malos que guardamos. El agua será purificada para ser potable, mientras nuestros sueños podrán programarse como una película. Podremos borrar de nuestra mente aquellos sentimientos y odios que nos hacen malos y los cambiaremos por sentimientos afectivos y comprensivos.

La mugre y la suciedad no tendrá cabida en un mundo tan perfecto, no habrá vidas insensatas, ni extremos de pobreza. Se romperán todas las cadenas que atan al hombre hace siglos y disfrutaremos de una vida de paz permanente.

El arte ocupará un lugar privilegiado en la sociedad del futuro. Los colores se multiplicarán a través de nuestra visión y podremos disfrutarlos penetrando en ellos. Los poetas y escritores disfrutaran viendo sus obras en internet leída por millones de personas, traducidas a todos los idiomas existentes. La distancia entre continentes y razas se reducirán a su mínima expresión y en una era de paz real. El amor no se perderá en tumultos de pasión desesperada, sino que sentimiento y razón, servirán para escoger a la pareja. No habrá distancia entre las opciones sexuales, y todos seremos respetados sin importar nuestras creencias y deseos.

Nuestras heridas serán curadas con productos vegetales que viven en nuestro medio y no los valoramos. La ciencia médica retornará a las curaciones con productos naturales y muchas enfermedades inventadas por los laboratorios e interesados médicos, desaparecerán y caerán por su propio peso como hojas de árboles en otoño.

….no deseo confundirme, ni sentirme derrotado, pero me siento contento de un mundo mejor y posible para los jóvenes que hoy son mis alumnos. De pronto, mi despertador me indica que debo levantarme y volver a la realidad del mundo que me tocó vivir. Sé que llegaré hasta el 2020, y que el final, será una tarde de setiembre. Seguiré creyendo en la eternidad y la paz espiritual que regala la muerte, y me iré sin dar la espalda a las cosas maravillosas que me brinda en mundo actual en el que vivo…..

¿DÍA DEL AMOR?

¿DÍA DEL AMOR?

Como todos ustedes también he amado y aún amo. No celebro y nunca he celebrado el “Día del Amor”. Pienso que cada momento del día es propio del amar y del amor. No espero una fecha así para con un regalo, decirle a quien amo, precisamente eso “te amo”….porque tiene olor a falso, teatral, obligado, tradicional y totalmente ajeno a nuestros ritos populares.

Pocos saben que durante la Edad Media, en los países anglosajones existía una tradición gracias a la cual celebraban a San Valentín cada 14 de febrero, un mártir cristiano del siglo III. El emperador Claudio III pensaba que los jóvenes varones deberían mantenerse castos sin llegar al matrimonio  porque eran más útiles para las milicias del ejército.Fue así como el obispo Valentín, desobedeciendo las órdenes del emperador se atrevió a realizar matrimonios a escondidas, lo que le valió ser asesinado, precisamente un 14 de febrero. 

Con el tiempo, la creencia en tan profundo sentimiento se había gestado porque para la fecha, la primavera aparecía radiante, los pájaros empezaban a nidificar, es decir la fiesta de San Valentín marcaba el despertar de la vida y por tanto del amor. Hasta el célebre dramaturgo inglés William Shakespeare nos recuerda al obispo cristiano y su fiesta cuando en “Hamlet” (1603), presente la escena donde Ofelia en un balcón repite un texto esperando a su amor…Posteriormente, a la fiesta se le ha dado otra connotación hablando también del “Día de la Amistad” (total las tiendas venden igual a los enamorados como a los amigos).

Es que la amistad es un importante grado del amor. Como un dado, tiene las facetas más elocuentes. Cada cara indica el valor de menor a mayor de nuestros sentimientos hacia la persona o grupo de personas. El amor como la amistad no se busca, se encuentran en el camino. Hay veces el tiempo nos priva del primero, pero nos premia con la amistad.

Hay diferentes grados de amor. Amor hacia nuestra madre, nuestro padre, nuestro hermano, hermana, esposo, esposa, amigo, amiga, hijo, hija, nieto, nieta, sobrinos, vecinos, compañeros de trabajo, colegio, estudios. Amor a nuestra mascota, las plantas, la naturaleza plena, la muerte, la vida, el ocio, la risa. El amor identifica al ser inteligente para expresar  lo que siente, cuánto siente, y por què siente.

Busquemos amor y amistad que construyan, que sean positivos, que nuestra fantasía custodie en cada momento esa relación para hacerla fructífera, vinculante, detallista, gentil, primorosa agregando esa dosis que definitivamente logre  perdurar la relación.

Al festejar hoy a San Valentín, elevo una oración por quienes habiéndome amado ya no están. Un pensamiento por quienes me aman. Un abrazo virtual para todos aquellos que en estos largos años me han regalado el delicioso menù de su amistad.

¡FELIZ DÎA DE LA AMISTAD!

¡FELIZ DIA DE SAN VALENTÌN!

 

LIMA SIN HISTORIA

 Fuente: www.skyscrapercity.com

LIMA SIN HISTORIA

(EB- Diciembre 2013)

De unos paseos por la parte del cercado de Lima, he visto que arrancan y destruyen las casonas para levantar los espantosos edificios multifamiliares que surgen en una ciudad, otrora  modelo de arquitectura y de buen vivir. Todos somos libres de devorar con apetito desmedido la belleza de una ciudad en decadencia. Como si arrancáramos las flores del parque, una a una van muriendo las casonas al ritmo atropellador del cemento y arena.

Cuantas historias y leyendas se van destruidas con ellas. Cuantos ojos que miraron esta ciudad entre la niebla del invierno y el radiante sol del verano. Cuanta música peruana corrió por calles y avenidas. Cuantos amantes se inmolaron en las esquinas ante sus caprichos. Y cuantas lenguas vituperaron el domestico vivir de los vecinos. Así se destruye una ciudad para levantar otra. Con el tiempo destruirán la alzada para construir o destruir otra aún diferente, de acuerdo a la moda. Gracias al cielo que esta vez se vive en la superficie de la tierra y pronto se vivirá en los túneles subterráneos de la vergüenza ajena.

Hay un bosque de ventanas y portones, de vidrios y rejas, de tablones y vigas que lloran en su momento interno la maldad de quienes las abandonaron y la esclavitud de no respetar su edad, su tiempo, su entrega a un inquilino que hizo de ella y en ella lo que su conciencia como semáforo agitó sus más íntimos deseos. Hay paredes de quincha y adobe, y algunas más recientes de cemento y losetas que van siendo destruidas por el asfalto cruel y los departamentos empequeñecidos por los relojes agonizantes del tiempo y la nada. Cada vez habitaciones más pequeñas, soluciones más prácticas, menos espacio total, y un vecindario ajeno, esquivo, crítico, que como guadañas se han refugiado en ellos para ser castigadores crueles del vecino de al lado.

Pareciera que todos los edificios los hubiera “diseñado” el mismo arquitecto, con pereza creativa, con ahorro de materiales, como himnos de cemento y bloques donde la equivocación echa a perder el sentimiento de quien allí vive o habita.

Líbrame Señor de habitar en alguno de ellos, donde mi piel con mal de altura castigue a mi cerebro frente a un delantal de la pequeña cocina.

Aburridamente, desde mi modesto taller, veo un séquito de edificios surgir a mi alrededor y hacia el norte o hacia el sur de mi ciudad. Lima, elegante, palaciega, con quintas llena de jardines, glorietas, estatuas y flores. Lima, mano estirada y abierta para recibir al visitante. Lima la ciudad construida en el desierto, le faltan algunos días o meses para que su atractivo como ciudad se pierda en la uniformidad de los rascacielos, que se atraviesan en nuestro diario andar sin pena ni gloria….como si a sus dueños les hubiesen borrado el DNI de su identificación personal.