ESTAMOS DE DUELO

ESTAMOS DE DUELO
(EB- Lima, 18 enero 2010)

Así dice el encabezado del aviso que el colegio peruano-Francés André Malraux, envió a los señores profesores y padres de familia, con motivo del fallecimiento en el Hartford Childrem’s Hospital de Conneticut (USA) de César David Leyton Arce. Precisamente, el colegio que él en sus últimos días, recordó con especial cariño y agradecimiento César David. Dijo que gracias a las Clases Verdes, pudo conocer gran parte del Perú. Es decir esa semana que anualmente el colegio programa a los alumnos para visitar diferentes lugares de nuestro territorio, para que su amor por lo nuestro se guarde en lo profundo de su corazón y de su mente…la última visita es de la promoción a Francia, donde permanecen tres semanas conviviendo con una familia francesa, practicando la lengua del lugar y entendiendo la cultura que recibió en las aulas de Lima.

Ajeno al egoísmo, usando la palabra que no invade ni hiere al que escucha, alegre para decir y meditando para expresar. Nada le impidió ser feliz con sus compañeros, con su familia, porque su corazón era más fuerte que el dolor, la duda, el futuro incierto. Su recompensa es la gloria, el amor de los que quedamos aquí, la unión y solidaridad que despertó en grupos, en cada cual. Sus pequeñas enseñanzas, sus renuncias pasajeras, su sonrisa testimonial quedan guardadas en el cofre de nuestros mejores recuerdos.

Destacado como alumno, sorprendente en su inteligencia, valiente para enfrentarse a la adversidad, nadie conoció su protesta, el insulto, la tragedia. Responsable hasta el final, tiene derecho a heredar la vida eterna, la que compartimos con el Dios en que creemos.

Cuando se acercaba su final, me pidieron le escriba y fue difícil hacerlo, luego de varios días, le hice llegar la siguiente carta:

Hola sobrino César David:

Hace dos meses una fuerte lluvia dañó en mi taller, gran parte de mi biblioteca. Eso me molestó mucho, no estaba en mis planes, no lo había programado. Fue difícil enfrentarme a mis libros mojados, páginas enteras destruidas, pegadas unas a otras en bloque...pero saqué fuerzas y me enfrenté al problema.

Lo importante en la vida es enfrentarnos a los problemas. Tener ánimo y fuerza suficientes para que nada nos derribe, nos desaliente…Eso he aprendido de ti en estos meses, cuando hubo un cambio repentino en tu salud y todos los sentimos comprometidos para estar a tu lado y de tu lado.

Sin querer has trabajado para unirnos. A tus padres, tus hermanos, tu familia, tus profesores, tus compañeros y amigos del André Malraux, los padres de ellos y sus amigos, los amigos de tus amigos y los amigos de tus padres y hermanos. Eres un héroe que de manera positiva nos has dado a entender que la solidaridad nos hace grande como personas. Nos dejas la satisfacción de la denuncia pública del amor, la unión, los sueños.

Eso es…hemos soñado como tú de verte y tenerte pronto a nuestro lado y Dios sabrá brindarnos ese privilegio. Porque a pesar de la distancia, somos muy felices cuando tenemos noticias tuyas, cuando te vemos sonreír, cuando simbolizas el control sobre nuestros días difíciles.

Sé que todo esto es un sueño. Tú eres la lámpara que ilumina nuestro camino para no caernos. Y cuando ese momento llegue, haremos el viaje juntos de tu mano para que apaciblemente podamos ver la luz y olvidar lo que nos sorprende del vivir de hoy.

Como muchos en diferentes partes del mundo, extraño no poder estar a tu lado para contemplar y aplaudir tu lucha, tus fuerzas, y tu capacidad intelectual para enfrentarlo todo. Te recuerdo con especial cariño y quiero estar espiritualmente a tu lado para disfrutar del encanto de tu sonrisa, cuando te recuerdo frente al blanco lienzo, pensando en el taller del colegio, para empezar a crear tu próxima pintura.

Te quiere mucho, tu tío,

ENRIQUE BUSTAMANTE

"Ahora y en adelante, cuando miremos al cielo, veremos brillar una nueva estrella, la seguiremos a la distancia de kilómetros, sabiendo que es César David iluminando con el más sano propósito el camino que tarde o temprano debemos todos recorrer….¡Descansa en paz y con alegría, querido César David!"