(EB-22 de febrero de 2009)
Con el tiempo, mis ocupaciones personales me fueron absorbiendo, tenía que elegir entre pintar, escribir, leer, escuchar música, descansar, cocinar, meditar, o simplemente ver, mirar. Entonces el Google y los buscadores se convirtieron en fuente obligada de consulta para mis curiosidades no satisfechas. El chat fue quedando de lado, las pocas conversaciones giraban en saludos sin trascendencia, en relatos del diario vivir sin importancia, en conversaciones que lindan entre la estupidez, la mala educación y el dejarte colgados en plena conversación como la cosa más natural del mundo. Me di cuanta que el Internet y directamente el chat, es otro de los “adelantos de la tecnología” que no tiene reglas de cortesía, como sucedió en mi generación con el televisor, y en el correr del tiempo con celulares, beeper, y todos los aparatos para escuchar música cuyos nombres no me ha interesado almacenar en mi memoria.
Y como todos, ingresé a ver quién estaba para conversar de algo trascendente que pudiera cambiar “la historia de la humanidad” o “nuestras propias historias”….y fue muy poca la gente que encontré. Sí aprendí que existe una terrible soledad en nuestro planeta. Están todo el día conectados, esperando quién ingresa para hacer conversaciones triviales, sin importancia, propias de un relleno sanitario. Otros como creyentes fanáticos ingresan diariamente al rito del chat y pagan el uso en una cabina de la ciudad, para hacer exactamente lo mismo. Ingreso y busco, no encuentro y vuelvo a ingresar y busco….a los pocos minutos vuelvo a ingresar y busco sin encontrar a nadie que pueda conversar para aliviar y descargarme de los traumas del día., parece ser la forma de sostenerse vigente en el Chat.
Otros se hacen “novios” sin conocer perfectamente a la persona que está al otro lado, involucrándose en una relación de lejos, sin beneficio alguno. Hay quienes sacan provecho de su Webcams, haciendo frente a ella lo que motive pasiones y perversiones en el o la supuesto(a) amante.
Son comunes las preguntas que se hacen: nombre (todos dan un supuesto), medidas, peso, y foto (la mayoría coloca una que no le corresponde)….y empieza el cortejeo….al final lo que nos place es pescar a un(a) incauto(a). La batalla la gana quien más miente, quien astutamente se rodeará después en Hi5, Facebook, Sonico y otros por el estilo, de amigos que no conoce y no lo conocen y lo que es más lamentable aún, nunca conocerá personalmente para darse un buen abrazo.
La tecnología del chat, el Internet y todo lo que le acompaña tiene sus bemoles y muy grandes, porque nos exponen a peligros que cada vez son más evidente.Hacer publicidad de tus logros materiales, tus continuos viajes al exterior, tu último automóvil o artefacto, los miembros de tu familia identificados con nombre y apellidos, es información que debemos manejar con sumo cuidado.
La soledad es una manera de enfrentar la vida. Todos tenemos problemas de soledad, es decir la carencia o ausencia voluntaria o involuntaria de compañía. Nos invade la nostalgia, y puede llevarnos a una crisis de personalidad distorsionada. Hay soledad que puede manejarse, y las hay las que se convierten en inmanejables, traumáticas, aislantes, excluyentes, anochecidas….lo sabio es aprender a encontrar sus causas y llenar ese vacío con actividades que nos hagan olvidarla. La peor soledad, sin duda tiene manifestaciones múltiples, pero la más grave y preocupante es la de estar acompañado y sentirse sólo.
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