MAGDALENA DE CAO

MAGDALENA DE CAO
(EB-Trujillo 8 noviembre 2009)

Me dirijo con mi promotor cultural Milton Miranda Román y el guía de turismo Julio Cadillo Ramírez a visitar el importante complejo arquitectónico llamado “El Brujo”. Llego a Chocope donde hay curiosos ambulantes y un loco semidesnudo en el paradero lleno de agresividad interrumpida por los gritos de un buen samaritano que parece conocerlo de años…Allí se divisa el hospital, el convento de los carmelitas y desde luego entiendo que todo ello es parte de la Hacienda azucarera Casagrande…una camioneta de pasajeros nos acerca al pequeño pueblo Farías, que siendo un anexo de la Hacienda, posee sólo 50 habitantes….Pasamos por el pueblo llamado Ticma que tiene un yacimiento arqueológico llamado “La Laguna” con plataformas y monumentos Chimú, que lamentablemente se han disturbado por las plantaciones de caña de azúcar en cuarteles de 3 a 4 hectáreas. Esta caña demora 14 meses para su maduración o crecimiento, luego será quemada, cortada y transportada a la fábrica donde después de ser molida, se separa el jugo y el bagazo.(Dicen que es la mayor riqueza del siglo XXI en nuestro país). La verdad que todo esto sucede en el territorio de lo que anteriormente fue la Hacienda Gildemeister, ya que al otro lado de la Panamericana se encuentra ha Hacienda Cartavio hoy, pero que originalmente se llamó Larco en homenaje a la familia propietaria.

Nombrado en la época del virreinato Santo Domingo de Cao, hoy es conocido como Magdalena de Cao y es allí donde se ubica el complejo arqueológico “El Brujo”, donde mi amigo Régulo Franco Jordán, es el director del proyecto. Este pueblo perteneció al español Diego de Mora y su territorio se extendía desde Chicama al norte, hasta Huamachuco al este. Cuando muere, Florencia de Mora su hija, hereda la propiedad. Posteriormente, es entregada a la familia Piminchumo Morachimo hasta que es comprada por un hacendado y le puso el nombre de Santo Domingo de Carabayllo, para posteriormente conocer el pueblo con el nombre de la empresa inglesa que la administró: Grace y Cía.

Lo que encontré en Cao, no sólo me asombró por la pulcritud de su presentación, sino por la afluencia de turistas extranjeros y peruanos, la colocación de los murales y espacios rescatados y la construcción arquitectónica de un hermoso museo que nada debe envidiar a los mejores de Europa o del mundo civilizado.

Ha sido el hallazgo más importante después del Señor de Sipán en Lambayeque, pues se encontró más de 100 Kg. y 1.80 m de alto, dentro de un fardo funerario que enterrado hace 1, 700 años habla de una dama que durmió el sueño de la historia moche que no conocíamos. El encuentro revaloriza la presencia de la mujer como gobernante de un importante pueblo, donde el poder político y religioso estaba en sus manos y a su entera decisión. Cientos de piezas constituyen el ajuar funerario de esta dama entre los que destacan enormes báculos coronados, como señal de su poderío y autoridad. Interesante los tatuajes mágico-religiosos de serpientes y arañas, encontrados en sus piernas, manos y rostro, que es otro elemento importante que nos sorprende. Dicen los estudiosos que murió entre los 20 y 25 años de edad y que era pequeña pues medía nada más que 1.45 m…

Cercanamente, almorzamos en un restaurante típico del lugar donde el ceviche, la chita, las yucas fritas y el exquisito camote hicieron honor a nuestro paladar…pero algo que me sorprendió fue tomar la “chicha negra” llamada así por el color del maíz que la origina y que durante un año auxiliado por chancaca, fermenta…para deleitarnos en nuestra visita….personalmente pienso que a la segunda toma ya estás mareado….y me recuerda que tiene un sabor como algún otro trago oscuro que puede ser ….

Disfruté tanto de la visita, del sol, las fotografías, el guía y sus relatos bien informados…que si me preguntan a cuánto de tiempo está de Trujillo Magdalena de Cao? No podría responder porque en sí la visita debo repetirla en otro momento…bien vale hacerlo otra vez…..