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ALGO QUEDA EN EL RECUERDO
(EB-Lima 1980)
Hace algunos años, la prensa publicaba la imagen atractiva de un “asaltante de bancos”. Era mi amigo que identifico hoy(por razones obvias) como CAF. Venía por parte de la madre de una de las más connotadas familias de Lima, pero sus ideas lo llevaron por el camino equivocado. Años después recibí a través de su contacto femenino, un autorretrato de él pirograbado sobre triplay, y una carta. Lo que viene en el escrito, es detalles de la carta que recibí. Cuando lo visité en el penal, no lo conocían por su nombre, sino como “el poeta”…ha pasado mucho tiempo de esa vivencia, y no he vuelto a saber nada sobre él.
…”A todo esto, más que seguir escribiéndote te diré: aquí me encuentro llevando 7 años de prisión, de una condena de 20 a 30 años de relegación y si todo marcha bien, es muy probable que el 12 de diciembre del año 2,000 estaremos tomando unos tragos en el óvalo de la Av. Venezuela (si es que la bomba de neutrón no nos cae)…” Estas líneas que a pesar de todo están llenas de optimismo, cordialidad, redacción mesurada, pero sobre todo de recuerdos, es parte de una carta que recibí muy de sorpresa, antes de navidad de aquel año.
Meses antes, miles de jóvenes en el mundo lloraban histéricamente la muerte de Elvis Presley “El Rey del Rock”, como alguien alguna vez lo llamó, para bautizarlo en el mundo de las estrellas de Hollywood. “Elvis Presley” también es el sobrenombre que la prensa de la época le puso a un amigo, y lo mantuvo oleado y sacramentado hasta como dice su carta”…el probable año 2000”.
En pocas semanas, una acreditada galería de arte de Miraflores tendrá el avant premier de “CAF”, un artista nacido en el Centro Penal de Lurigancho…”aquí me dedico a enseñar lo poco que sé y me ha nacido en prisión justo para liberarme o romper esta tristeza de la prisión. Luego también combino el papel como moderador en el cine fórum. Soy pirograbador y hago temas indigenistas…”
A CAF lo conocí en la escuela primaria, donde por varios años y miles de horas compartimos la misma carpeta y niños aún nos deleitábamos con la simpática profesora que aún conservaba la belleza de sus años mozos, cuando fuimos sus alumnos. CAF, se convirtió con los años en un muchacho alegre, tranquilo, pacífico y algunas veces “mataperro”, pero sano en la extensión castellana y latina. CAF, no era de los “chancones” de la clase, pero todos sabían ver sus huesos bien distribuidos y su materia gris funcionando a tiempo completo. Pasaron los años, viaje al extranjero y sólo recordaba de CAF, su figura con jean negro muy ajustado, camisas ceñidas transparentando sus bíceps, tríceps y pectorales; además, nunca le faltaba su la clásica casaca negra y sus botas aperilladas del mismo color. Por entonces alguien al verlo parado en una concurrida esquina lo bautizó como “Elvis Presley peruano” y la verdad nunca he visto una figura tan real y cercana al cantante americano de rock.
“…Como sea querido amigo, hoy la noticia de saber que través de esta tendré gracias a ti la magnífica oportunidad de viajar a la añoranza, me transporto hacia lo vivido, al década de los ’50, o tal ves la de los ’60. Todo esto se perfila como una experiencia social muy agradable. Nuestros destinos son totalmente opuestos, aunque hay algo común que nos une tu desarrollo positivo estrechamente relacionado al arte. La mía es la versión negativa del desarrollo social, pero irónicamente hoy se desarrolla dentro del arte. Versión si bien es cierto negativa, tiene algo o tal vez mucho de experiencia, las cuales me permiten reorientarme hacia una nueva proyección, como la de adaptarme por supuesto, mirando el provecho de los míos…” Es más que agradable leer esta parte de la carta de CAF, porque la sinceridad está presente en todo el pensamiento gráfico, hay sinceridad, elocuencia en el silencio carcelario en su voz escrita y su imagen que poco como debe ser hoy, yo la recuerdo.
CAF, es la recuperación del individuo a través de una lucha sin esperanzas o tal vez, con demasiadas esperanzas. Cumple una culpa injusta, pero para CAF eso no importa. La esperanza de salir un día, es lo que da vida a la llama de comprensión y cristiana abnegación, la que lo obliga cumplir su tiempo en la cárcel. Sé que es dura la última palabra, pero con rejas de oro o de hierro y madera, toda privación de libertad de movimiento, mordaza, o lavado de cerebro es al final una cárcel. Y toda cárcel es cruel, inhumana, contagiante depresión de los días que pasaron y los que aún faltan para completar la sentencia. Pero a CAF nada de eso lo detiene. El hacer arte, enseñar arte, vivir por y para el arte lo hace grande, lo mimetiza ante la sociedad y lo hace feliz.
Como decía Reine María Rilke “Ha hecho del arte su centro más importante para vivir”. CAF sabe que las experiencias que nos priva la sociedad, es lo que es lo que nos hace ricos en amor a los demás, tratando de aliviar en parte, la culpa por haber nacido. Todo lo que nos agrade, es la necesidad de prolongarnos a través de los otros que nos antecedieron en el arte humanizado unas veces, divinizado otras tantas hasta el ridículo, o llevado al escándalo o el dolor de casi tragicomedia.
CAF sabe que cuando muchos limeños podamos apreciar sus 40 cuadro expuestos en la Galería de Arte, seremos más los peruanos que aplaudiremos su ayuda a los demás y lo mucho que plasma en sus trabajos. Su pintura expuesta en cuatro paredes, deben ser para CAF, cuatro mundos maravillosos donde se sitúa un Dios para humanizar a los que aparentemente se olvidaron de su condición.
CAF es un reclamo a la justicia”…he pasado por diferentes pabellones: pabellón 12 de máxima seguridad (48 días), con aislamiento total. Luego, pabellón 11 A y B, máxima seguridad. Posteriormente, pabellón 6 de sentenciados…Y en este momento te escribo desde mi celda del pabellón 9 industrial…”La amistad con CAF nunca se esfumó, porque a los buenos amigos se mantiene a pesar de la ausencia física, recordando los ratos transcurridos juntos. CAF no sabe que aquí en la calle que él desea ver en el año 2ooo, somos fieras luchando por mantenernos a flote con tanta falencia económica y moral. Entramos diariamente al gran escenario de nuestras vidas mutiladas por tristeza, añoranza y depresión. Los recuerdos nos ayudan a disfrutar y la vida desde entonces se torna más soportable. Somos como las pequeñas piezas de un reloj que nos movemos al ritmo del clima, de las ideas pisoteadas muchas veces, y los carteles que imaginariamente nos dibujan desde que nacemos.CAF sabe que no existen Corín Tellado y Ágatha Cristie, que nos hablen de la vida rosa, la negra, o la vida gris. CAF sabe que la vida es vida, y nos toque buena o mala, debemos vivirla.
No pretendo ser duro con mis expresiones, sólo que el sufrimiento del amigo nos invita a usarlas como protesta.CAF sabe que su mundo se va a lograr en el arte y que quienes estamos al otro lado inhumano del muro de su cárcel, aplaudiremos su destreza, su entrega, su pensamiento, su lucha, su “readaptación” como él mismo lo dice.CAF nuestros Elvis Presley peruano, y gracias a Dios aún viviente, es parte del drama común por la ausencia de una planificación carcelaria más eficaz a la vez que humana.CAF amigo de tantos años, artista plástico, poeta, maestro, humano más que ente, hermano más que un número carcelario “…Si crees que a través de este amigo puedes viajar a la añoranza y cristalizar con mis consejos tu sueño de artista, realmente cuenta conmigo y con la más humana voz que llegue a tu corazón sensible ayer, y sensible ahora a pesar de todo lo que has tenido que pasar. Un fuerte abrazo…”
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