(EB- Lima 1999)
“…La presencia del hombre en el Perú, es relativamente reciente. No es difícil imaginar el desconcierto y asombro de los primitivos peruanos frente a una naturaleza que en apariencia es una de las más benignas y agradables del mundo. Pronto aprenderían que esta quietud es solo aparente y que de tiempo en tiempo, esta naturaleza se desgarra en forma dramática y violenta para dar paso al caos más alucinante. Sismos, huaycos, sequías e inundaciones hacen del Perú un país de geografía precaria en la que nada parece tener un signo definitivo; todo acá es efímero y transitorio, porque lo que la naturaleza destruye en segundos, el hombre peruano lo reconstruye con amor y paciencia a lo largo de muchas generaciones, sin abatirse, sin doblegarse, aceptando a la tierra como su raíz y limitación más honda…” (José Bonilla Amado-“Perú Prehispánico”)
Para hacer frente a las catástrofes en nuestro territorio existe Defensa Civil, conjunto de medidas y actividades no agresivas y permanentes, destinadas a evitar, anular, prevenir, reducir, atender y reparar los daños que sobre las personas y los bienes, pudieran causar o causen los fenómenos naturales.
Existe dos tipos de desastres: los producidos por la naturaleza( huaycos, movimientos sísmicos, aluviones, tempestades eléctricas, lluvias torrenciales), y los producidos por la acción del hombre (incendios, explosiones, terrorismo, subversión).
Debemos estar preparados para asumir la defensa civil haciendo nuestro el lema “ Defensa Civil, es tarea de todos” y periódicamente debemos hacer simulacros en centros educativos, empresas, barrios, pueblos y ciudades para prepararnos oportuna y previamente , en caso de alguna desgracia que afecte nuestra vida o nuestros bienes.
Defensa Civil en el Perú está conformado por los miembros de diferentes organismos públicos y privados, los mismos que a través de una serie de medidas alivian la necesidad y daños mayores de la comunidad.
Cuando se produzca algún desastre, debemos tomar las medidas pertinentes para aliviar el estado de necesidad, pero también para evitar daños mayores que afecten a más personas.
Debemos evitar repetir nuestra historia de trágicos acontecimientos como fue la muerte de miles de personas en el Estadio Nacional de Lima, el terremoto de Huaraz, la lluvia torrencial en Lima en enero de 1970, la etapa del terrorismo…para que en su momento los peruanos sepamos vivir de mejor manera y sin peligros.
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