CUANDO EL CIRCO LLEGA
(EB-Lima 1999)
(EB-Lima 1999)
En Roma (Italia) en tiempo de la república, la vida política se mostró muy activa, y la vida de familia, sencilla y austera a la vez. Durante el imperio ya no hubo vida pública, puesto que la voluntad del gobernante reemplazó la del senado y la del pueblo; las asambleas no fueron sino ceremonias. Ya no se oyeron discursos ni arengas en el foro pacificado. Por otra parte, la corrupción de la sociedad (como hoy) suprimió la vida familiar. Las costumbres cambiaron y la vida fue completamente exterior, callejera y llena de placeres. Los emperadores favorecieron ese movimiento y atendieron mucho a alimentar y divertir al pueblo para impedirle que se sublevara. La fórmula del gobierno fue paz en las provincias; en Roma, pan y juegos (“panem et circenses”).
El Circo Máximo, en Roma, albergaba hasta 400 mil personas. Al principio, los espectáculos se hacían entre gladiadores que se enfrentaban cuerpo a cuerpo, además de carrera de jinetes a caballo; pero con el tiempo fueron los primitivos cristianos quienes eran sometidos a crueles martirios en las pistas del mismo coliseo. Declarados “enemigos del Imperio Romano”, los cristianos eran muertos para divertir al público romano y al Emperador, que disfrutaban de tan curioso espectáculo.
A América llegaron los circos con los españoles, como llegó el teatro, todas las artes, la moneda, las industrias, la imprenta, su idioma y tantas cosas más. Estos circos no fueron desde luego como el de los romanos, es decir no se hacían sacrificios humanos nunca. El espectáculo circense que hoy conocemos, consiste en presentar entretenimiento también pero con malabaristas, payasos, animales amaestrados, actos de magia, desafíos al fuego, al agua, a la velocidad, al peligro, gimnastas, bailarines, etc.…y modernamente hasta efectos de luces, rayos láser y otras sorprendentes facetas para deleite del público compuesto en su mayoría de niños.
El recuerdo que todos tenemos de un circo es la presencia de payasos y la impresión que nos dejan los actos de reto o desafío. En cada pueblo de nuestro territorio siempre está o llega un circo, y revoluciona la ciudad, el pueblo y desde luego a los niños. Por modesto que sea, presenta una pista cubierta por una carpa, siendo allí donde los concurrentes que rodean la pista en graderías, ríen y lloran, disfrutando finalmente de esta visita.
Usualmente para las fiestas patrias de nuestros respectivos países es cuando llega el circo. No hay rincón donde su alegría se ausente. No hay niño y también adultos que no disfruten de lo que nos ofrece: un mundo de fantasía y misterio con el que todos soñamos alguna vez….aún cuando al terminar la función y dejemos la carpa…encontremos el mundo real, que es otro tipo de circo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario