SER NIÑO Y JUGAR SIEMPRE

SER NIÑO Y JUGAR SIEMPRE

(EB-16 setiembre 2011)

Adriano, es un niño de seis años, estudia primer grado de primaria en un colegio privado de Lima. Es amable, risueño y pinta muy lindo. Tiene la frescura de su edad y la alegría del recién empezar en la vida. Es expresivo, hablador, educado y atento.

Esta mañana de viernes me preguntó :…-¿cuántos años tienes?- y en broma le respondí..-Acabo de cumplir 150 años- Entonces sonriente me dijo que yo era “viejo”. Aproveche el calificativo para explicarle que las personas primero somos niños, luego adolescentes, después jóvenes y finalmente nos convertimos en “mayores”. Él se ríe a carcajada limpia y añado:-Cuando se es niño siempre se juega, adolescente estudias y cuando joven concluyes una profesión y te dedicas a trabajar cuando adulto. Formas tu familia, tienes hijos si así lo deseas.-…y añado: -Cuando llegas a “mayor” miras con sentimiento el camino recorrido, tu mundo real, y seleccionas momentos de descanso.-

Adriano está sorprendido, porque siendo un niño inteligente analiza el significado de mi explicación y parece no aceptarla. Le pregunto: -te gustaría llegar a “mayor”(viejo?) y me responde :..-No. Me gustaría ser niño y jugar siempre”-…

Esta respuesta me hizo entender cómo un niño prioriza en su mundo lo que le entretiene y divierte, y el jugar es su más grande deseo. El juego forma parte de su ocio, de sus encantamientos cotidianos, de sus vivencias desde que nace. Jugar, es tan importante en un niño, como el trabajo debe serlo para un adulto.

Adriano, está sentado y sobre su mesa tiene una pintura que viene realizando hace varios minutos. Tres árboles espigados aparecen en el lado izquierdo, mientras en un parque él jugando con un perro, su mascota. Dice que siempre jugará con él y que aprenderá a llevarlo a escondidas al colegio, a la iglesia, al cine, y a los centros comerciales donde compra lo que más le agrada: stikers, aviones, y autos en miniatura. Sin duda Adriano será un justificado conductor en el volante de una de las dos máquinas. Gustará de velocidad y las marcas. Será un padre amoroso respetando las preferencias de sus hijos y las crías de sus mascotas. Amará la naturaleza para cuidarla y promover el respeto a la ecología.

Pero ahora es un niño y es como un ángel que cuida de él mismo. Es su propio Ángel de la Guarda. Sabe que todos, sus padres, sus profesores y sus amigos mayores cuidan de él y así multiplica su felicidad. Sabe que no se extinguirá mientras el amor de todos ellos sea tan grande como sus sueños de niño. No entiende aún su superioridad espiritual sobre los hombres pecadores y faltosos. No percibe su desarrollo y crecimiento, ni siquiera se da cuenta que el año próximo estará en otra aula y en otro grado. No entiende de teología, filosofía, botánica ni química. Sólo sabe que el juego es rico en la mañana, en la tarde, en la noche, todos los días, en especial el domingo y feriado que no va a la escuela. Sabe que en bicicleta, auto, avión o patines, siempre será él piloto y todos lo miraremos para aplaudirlo. Además es un efectivo actor de la velocidad que carga su entusiasmo, y le provoca risa. Como un pajarillo, liviano, emprende vuelo en sus fantasías y sigue jugando con todas sus fuerzas….porque quiere seguir siendo niño y jugar siempre…