JÓVENES AYER, JÓVENES SIEMPRE

JÓVENES AYER, JÓVENES SIEMPRE

(EB- 12 agosto 2011)

Me dijo: “quiero llegar a ser diseñadora, casarme y tener hijos”. Le respondí: “el matrimonio y los hijos no es obligado en la vida de un diseñador. Es la añadidura a la fotografía que la sociedad tomará de ti en su momento”. Se trataba de una alumna en un prestigioso instituto de comunicación y diseño de la capital del Perú. Su respuesta a la interrogante “¿cómo se ve cada uno de ustedes dentro de diez años? Las respuestas fueron diversas, pero la mayoría coincidió en resaltar :concluir su carrera y desempeñarse en una empresa. Algunos dijeron que quieren vivir solos. Dos, que vivirán en el extranjero. Tres chicas expresaron que crearían su propia marca de ropa y el diseño lo volcarían a crear moda.

Respuestas de hoy de los jóvenes de hoy. No distorsionan lo que piensan, ni ocultan sus intenciones que por cierto la gran parte de ellos llegan a concretizar. Los jóvenes hoy son símbolo de las decisiones claras y la ruta para llegar a cumplirlas, son implacables. Las generaciones anteriores a mis alumnos, todavía (como mi generación), pensaban que su vida tenía que realizarse junto sus padres, en el hogar de ellos y con la ayuda de ellos.

Los jóvenes de todas las épocas son diferentes, siendo siempre el centro de preocupación de las autoridades mayores en edad. Antes las chicas no usaban pantalón, ni asediaban telefónicamente a los varones. No viajaban con la pareja fuera de su ciudad, ni recibían al mismo, en su dormitorio. Los padres de hoy, son totalmente diferentes a los anteriores. Son más permisivos con los hijos y éstos a su vez son “comunicativos” a su manera.

Las “buenas costumbres” se quedaron en los libros de urbanidad y buenos modales. Vivir la vida a su manera, es el sueño de alguien joven ahora. Buscan amor, pero guardan el suyo para entregarlo en dosis cuando les apetece y saben con quién. No gustan de los reproches, ni permiten escuchar la verdad. Primero se equivocan y después corrigen o adaptan su equivocación a las circunstancias que la misma vida les va brindando. Saben disculparse aunque no entienden por qué deben hacerlo.

Como docente universitario, me gusta que mis alumnos me respeten, pero me hace sentir mejor cuando me doy cuenta que me quieren. Ganarse el cariño de un joven en esta época es un privilegio. Tienen tan pocas cosas para amar y dar cariño, que suelen dosifican y controlar sus afectos. Entonces me halaga mucho si recibo parte de ese afecto generalmente público y expresivo. Trato de no ofender a nadie. Doy de beber del mismo manantial de conocimientos que ellos esperan de mi asignatura. Estoy a su lado en los momentos indicados y trato de ser real y amable para hacerle entender sus errores. No fragmento su valor como persona humana, pero tampoco permito que se sobrepase, ni altere el orden en clase.

Los jóvenes tienen una gran y directa preocupación sobre el amor. Nunca están seguros de la persona amada. Ese estado les lleva a buscar afecto intimo en varias parejas, y experimentan una relación con cada cual, como si fuera la única. Estoy a su lado para aconsejarles, pero no de su lado cuando algo está haciendo o han hecho mal. No permito comentarios negativos de sus otros profesores, o de la institución a la que asistimos. Les enseño a no ponerse de parte de ninguno de sus progenitores cuando éstos están separados por alguna razón. Les recomiendo no convertirse en “trofeo de guerra” para papá o para mamá en litigios conyugales.

Entonces conmigo aprenden que el amor está en el camino de su vida. Que no se busca desesperadamente. Que el amor llega cuando menos se espera, y en el mejor momento cuando se actúa de manera inteligente. Que el amar es problema del corazón, no del cerebro. Así dan un rostro diferente a la sociedad que no los entiende, no los aplaude y generalmente los critica. Luego vendrá la etapa de la experimentación de lo que me han escuchado y la adrenalina empieza a producirse para ser profundos en sus afectos y decisiones.

Así el vivir solos, o vivir con hijos, con pareja o sin ella, pero haciendo del diseño la profesión que desean les hará dibujar el mundo en 3D y no el mundo chato, plano, bidimensional o 2D en el que viven millones de personas. Así cada cual tomará caminos diferentes, pero aplicando en el diseño, puerta por donde entran y salen sus sueños, la poesía de su mejor manera de ser y de vivir…..