EL CASTING Y LA FAMA

La generación que se arrastra de la segunda mitad del siglo XX y la actual, creó la palabra “casting” para encontrar “el modelo, prototipo o ejemplo” de lo que se busca para un fin determinado. Entendamos que hacer un casting, es exponer los talentos de un postulante para lograr un puesto de trabajo en determinada actividad de los medios de comunicación y las artes escénicas. Quién no ha pasado por una experiencia de este tipo. Podríamos pensar que casi toda la sociedad está en la realización de sus sueños a través del casting. Jóvenes que quieren desfilar por la pasarela, actuar de anfitriones de eventos, hacer el comercial de un producto, ver su imagen promocionando alguna actividad, o participar en una obra de teatro, cine o novela. Allí está la razón que motiva a los postulantes a esta singular y curiosa forma de encontrar modelos de algo.
Una vez realizado el casting, los escogidos podrán disfrutar del “reino de los cielos” convirtiéndose en famosos y desde luego millonarios, al ofrecer sus habilidades y destrezas para ser explotados por los directores, editores o conductores de la razón que los motiva.
Los valores éticos y morales están ausentes una vez seleccionado por el casting. Puede usted ser un elemento más que lleve a las arcas ajenas y propias el dinero que buscamos todos, cada cual en su propia actividad u oficio. Adiós “machismo”, adiós reputación, adiós vínculo de pareja, adiós autoridad paternal. Todo dejado de lado porque el casting implica ganar dinero, y en una sociedad como la nuestra el dinero es “la base” del status social que hace que los otros vean en nosotros lo que en realidad no somos ni valemos.
Se dan casos del enamorado, marido o padre de familia que gracias al casting permite que su pareja sea “toqueteada y manoseada” si de por medio hay fama y dinero. Más grave aún, si analizamos que la sociedad critica el trabajo infantil de los niños que en la esquina de una calle limpia parabrisas, vende caramelos o busca entre la basura, pero si el niño aparece luego de un casting en un programa de televisión o promocionando un producto, la sociedad no ejerce ningún tipo de crítica. Aún cuando toda actividad de un niño vinculada al trabajo debe ser sancionado de igual forma.
El casting es el inicio de los tontos que no tienen un pariente, padrino o amigo trabajando el lo que pretende ahora hacer. Porque los hijitos, sobrinos, ahijados y vecinos de los que se llaman “estrellas” con casting o sin él, siempre iniciar fácilmente su vida para pronto convertirse también en estrellas.
Nuestra sociedad no educa para la fama, el dinero, o el poder. Nuestra sociedad no inculca valores con el ejemplo. Luego de un casting las puertas del éxito nos sonríe de por vida y los medios escritos y hablados nos convertirán en bellezas, cueros, intelectuales, reinas, o artistas famosos.

EB-agosto 2008