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miércoles, 18 de mayo de 2011

FANATISMO Y FANÁTICOS




FANATISMO Y FANÁTICOS

(EB-21 ABRIL 2011)


Nunca he sido “fanático” de nada, ni de nadie. Y no pretende establecer crítica sobre los que siéndolo, son capaces de las más increíbles actuaciones por estar a su lado disfrutarlo y apoyarlo aún con su propia vida. Fui un niño extraño porque ningún dibujo animado me atrapó para dejar de hacer cosas más importantes. Tampoco me puse pálido en amar vigorosamente algún juguete o muñeco de moda. Siempre me pareció tonto el fanatizarme, y ligero el impacientarme por no hacerlo. Recuerdo los recreos en la escuela, luego en el colegio…eran campo de batallas para los otros que salían atropellándose por tomar la primera pelota, armar el equipo y jugar fútbol, básquetbol o simplemente empujarse, golpearse o burlarse. Fue un antecedente de mi comportamiento hoy.


Había un lado no usual en un niño u adolescente de mi sociedad pasada. Cuando llegaba la fiesta cívica o patriótica, era el organizador, el probador de casting, el director de escena, el escritor de guiones, el animador, alentador de talentos ocultos, etc. Por algo cuando estaba en la secundaria fui corresponsal escolar ante importantes diarios de la época, presidente de los clubs de mi colegio, atleta de los 100 metros planos, integrante del equipo de tiro (Polígono Muñiz), connotado actor del grupo de teatro (Flavio López Solórzano, Marcelo Damonte), brigadier en los desfiles escolares de fiestas patrias en el Campo de Marte y terminé siendo presidente de la promoción de oro 1960 “Aurelio del Corral Salcedo”. Fue un chapuzón de popularidad que no busqué jamás, pero que no me fanatizó ante nada, ni nadie.


Soy como un acuerdo con la vida que me tocó vivir. Un calculado precio por aquellas cosas que el cielo me ha regalado a pesar de mi disimulada timidez. Todo lo vivido me ha permitido conocer y conocerme, teniendo en primer plano mis sentimientos, mis fortalezas, pero también mis debilidades que son pocas, pero son y están allí esperando el día en que se esfumen en una poesía, un cuento, un beso o un tierno abrazo.


Nunca he podido entender el fanatismo que expresan las personas por determinado equipo deportivo, cantante, personaje público, idea religiosa o política…y otras desnudas obligaciones hacia algo o alguien. No niego que me quiebro cuando escucho determinadas canciones, cantantes o letras, sin que ello me obligue a hacer cola dos días antes de su llegada, esperarlos en el aeropuerto ante 3 mil personas, o dejar de comer por comprar un boleto para verlo a la distancia de 300 metros. Tampoco pierdo la lucidez de mi comportamiento en público, ni olvido que mi cantante favorito aun cuando ya no tiene ni voz ni pinta, lo imagino o alucino cómo fue hace 40 años. Tampoco me hago de la vista gorda y le perdono las graves faltas que comete por el hecho de creer que es un dios y puede permitirse ciertas libertades sin respeto por los demás y menos por sus fanáticos, que lo siguen durante años y le dan para comer hasta la fecha.


Si en un supuesto juego de tiempo me preguntarás por los destacados músicos y cantantes de los 50’, 60’, 70’’, 80’ o 90’ no podría responderte. Ha habido susurros más importantes en mis oídos y en mi espíritu que me apartaron graciosa y productivamente para crear y olvidar lo que producían y creaban otros. Vigoroso y con alegría he aprendido que muchas veces nos hacemos daño cuando estamos pendientes de los otros y olvidamos gritar lo que tenemos dentro.


Gracias a eso he venido perpetuando en mi obra artística los colores del mar y la naturaleza plena, los colores de la vida que me tocó, los que tiene escondidos Dios para premiar mis creencias, los de mis ojos ocultos por las redondeadas gafas que todos ustedes conocen, los colores de mis cabellos que hacen juego con el de mi piel y mis arrugas, que el tiempo me regaló para ponerle tamaño a mis amores, mis risas, mis encendidos placeres de disfrutar a espera de algo mejor de lo que he vivido.


Quiero aclarar que el fanatismo tampoco me alcanza a sentir el silencio de amarme y vanagloriarme personalmente… y saben que aún lo puedes ver en mi mirada…..




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