El Orgullo de ser Católico
Inspirado en las palabras de un empresario Judío
Buena parte de esta
presentación, se basa en extractos de un
discurso que dio en el City Club de
Cleveland, Ohio, Samuel H. Miller, prominente
empresario de esa localidad, Co-Chairman
of the Board de Forest City, una de las
más grandes compañías del sector
inmobiliario de los Estados Unidos. El
discurso fue publicado por el Buckeye
Bulletin.
MILLER NO ES CATÓLICO, ES JUDÍO.
<<Quizá sea más fácil para mí decirlo, porque no soy católico: ya he tenido suficiente, más que
suficiente; ya basta!
En el transcurso de mi vida, jamás había visto un ataque más
revanchista, más insidioso, más
prejuiciado, que el que he observado en
los últimos 18 meses contra la Iglesia
Católica; y lo que más me extraña, es
que suceda en los Estados Unidos, donde se supone que existe un absoluto respeto por todas las confesiones religiosas>>.
(Sam Miller)
¿Sabías que en 2007 había en el
mundo 1.115 millones de católicos bautizados?
Pues, de ese total, América tiene la mayor cantidad, el 51%, lo que asciende a unos 547 millones; Europa alberga al 26%, unos 282 millones; en África está el 16% o unos 147 millones; en Asia el 13%, lo que equivale a unos 116 millones; y, en Oceanía, está un 0,8%, o sea unos 9 millones.
¿Han pensado cuál es la verdadera
razón para que algunos medios y grupos se ensañen en una permanente “vendetta”
contra una de las más importantes instituciones de la Humanidad, como lo es la
Iglesia Católica? Se han detenido a pensar cuál es su objetivo?
Luego de la Guerra Civil, hacia 1864, los fundamentalistas, los
conservadores, los protestantes y los
White Anglo-Saxon Protestants (WASP),
iniciaron la trágica moda de quemar cruces
a lo largo y ancho del país,
especialmente en el Sur.
Pues bien, en lo que a mí concierne, muy poco es lo que ha cambiado desde entonces y hasta el día de hoy.
Pocos conocen y menos aún se divulga, que solo en los Estados Unidos, la Iglesia Católica educa a 2.6 millones de estudiantes, lo que le cuesta más de 10.000 millones de dólares y, por ende, se le ahorra a los demás contribuyentes norteamericanos esa suma
al año.
En España, por su parte, 5.141 centros católicos de enseñanza
forman cerca de un millón de alumnos,
ahorrándole al Estado más de 3 millones
de euros por centro por año!
Los estudiantes de los
centros católicos de enseñanza en todo
el mundo, terminan sus estudios
universitarios en un 92%; con cargo
exclusivo a los fieles católicos;
mientras la educación laica estatal se
paga con los impuestos de toda la
población, incluyendo la de los católicos,
que además ya han sufragado, por su
propia cuenta, la de sus hijos, con
cargo a su patrimonio familiar.
La lista de los 100
hospitales más connotados de los Estados
Unidos, no solo está encabezada por el
Saint Joseph´s Hospital and Medical
Center de Phoenix, Arizona, entidad que
ha prestado sus servicios por más de 115
años continuos, sino que 28 de los otros hospitales seleccionados son también
operados por la Iglesia Católica.
Uno de cada cinco
estadounidenses, acude a un hospital
católico.
Ahora, si bien en los
Estados Unidos hay más de 260 centros
médicos católicos, en España 107
hospitales católicos le ahorran al
Estado y a los contribuyentes unos 50
millones de euros por hospital al año,
mientras que 1.004 centros, entre
ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y de
enfermos terminales de SIDA, con más de
51.300 camas, les ahorran otros 4
millones de euros por centro al año.
En total, la Iglesia
Católica administra y sirve el 26 por
ciento de los centros hospitalarios y de
ayuda sanitaria que existen en todo el
mundo!
También en España, el gasto de Cáritas al año es de 155 millones de euros, salidos todos del bolsillo de los católicos españoles; el gasto de Manos Unidas suma otros 43 millones de euros del mismo bolsillo; el gasto de las Obras Misionales Pontificias llega a 21 millones de euros, ¿imaginan de dónde sale ese dinero?; y, además, hay 365 centros de reeducación para marginados
sociales, ex-prostitutas, ex-presidiarios
y ex-toxicómanos, unas 53.100 personas
permanentemente, que le ahorran al
Estado y a los no católicos del país más
de medio millón de euros por centro en
cada anualidad.
Eso, sin hablar de los 937 orfanatos españoles que albergan 10.835
niños abandonados, ahorrándoles a los
contribuyentes y al Estado, por
supuesto, unos 100.000 euros anuales por
centro.
Ah! Y el 80% del gasto de conservación y mantenimiento del
Patrimonio Histórico-Artístico español
lo cubre la Iglesia Católica con las
limosnas y donaciones de sus fieles,
habiéndose calculado un ahorro
aproximado al Estado de entre 32.000 y
36.000 millones de euros al año!
Cuánto cuesta mantener para
la Humanidad tantas y tan monumentales
obras históricas de la cristiandad?
Puede alguien siquiera imaginar la
titánica labor que ello implica no solo
desde el punto de vista logístico, sino
financiero? Y es que, con el dinero de quiénes se conservan las grandes
obras del mundo católico? No con el
de quienes atacan a la Iglesia, desde
luego. Pero hay acaso algún
impedimento para que toda la Humanidad
pueda deleitarse visitando esas hermosas
obras? Ninguno!
Sumemos el que casi la
totalidad de personas que trabajan o
colaboran con las obras de caridad
católicas, trabajan por los demás sin
pedir a cambio un salario, realizando su
labor para ayudar al prójimo sin pedir
nada para sí. ¿En cuánto creen que podríamos
cuantificar su trabajo? O, en cuánto podríamos tasar las vidas de tantas monjas católicas, ofrendadas solo por amor al prójimo en los lugares más hostiles del mundo? Déjenme darles algunos
números que ustedes como católicos
deberían recordar. Por ejemplo: 12% de
300 miembros del clero protestante
encuestados, admitieron haber tenido
relaciones sexuales con algún feligrés;
38% reconoció algún otro tipo de contacto sexual inapropiado.
En un estudio llevado a cabo por la United Methodist Church, 41.8% de las mujeres religiosas encuestadas
reportó abusos, en comportamientos
sexuales no deseados, provenientes de
desadaptados sociales. En comparación,
el 17% de las mujeres laicas ha sufrido
algún tipo de hostigamiento sexual.
Mientras el 1.7 % del clero católico ha sido encontrado culpable de pedofilia, 10% de los ministros
protestantes han sido señalados por la
misma conducta. No es que el mal de
otros sea un consuelo o una excusa, sino
que este NO es un problema exclusivo
de los católicos.
De hecho, en Outreau,
Francia, se celebró un juicio contra un
grupo de 17 personas acusadas de violar
a 18 niños durante un periodo de 5 años; en Australia juzgaron a un
empresario acusado de sodomizar y drogar
a niños en el transcurso de supuestos
rituales de iniciación a una
"Hermandad Blanca; un ministro de
agricultura peruano dimitió porque una
cámara oculta desveló que en un hotel
propiedad de su familia facilitaban
infantes a los turistas; en Argentina
han condenado a una maestra a siete años
de cárcel por abusar de cuatro niñas de
4 y 5 años. Y, así, sucesivamente.
Un estudio acerca de los sacerdotes americanos mostró que la
mayoría se encuentra feliz desempeñando
su sacerdocio y que lo han encontrado
mejor aún de lo que suponían; además de
que la mayoría, si se les presentara
la alternativa, volvería a escoger el
sacerdocio a pesar de todos los ataques
que ha estado recibiendo la Iglesia
Católica.
Su religión ha provisto
consuelo y fortaleza a miles de millones
de seres a lo largo y ancho del
planeta, aún en medio de las más
difíciles circunstancias en todas las
épocas, dándoles así una razón para
seguir adelante cuando ya todo parecía
perdido.
El valor de esa sola
circunstancia, es inestimable en
términos del progreso de la Humanidad,
ya que ayuda a formar mejores hombres y
mujeres. La oración, no solo lleva a los católicos a identificar sus
propias aspiraciones y necesidades, lo
que de por sí es el primer paso para poner los medios y actuar, sino que les permite reconocer las necesidades de los otros y manifestar su aspiración de
colmarlas, permitiéndoles así expresar
su solidaridad.
Podría afirmarse:
“Dime qué pides y te diré quién eres”.
Hoy, la Iglesia Católica se encuentra sangrando por heridas auto-infligidas. La agonía que los católicos han sentido y sufrido no es necesariamente culpa de la Iglesia como un todo. Ustedes han sido dañados por un muy pequeño número de sacerdotes desviados, quienes en una buena parte han sido ya suspendidos y, los demás, a la postre lo serán. Caminen con sus hombros
rectos y su frente en alto. Siéntanse
orgullosos de ser miembros de la
institución no gubernamental más
importante en los Estados Unidos de
América. Y luego recuerden lo que dijo el profeta Jeremías (6,16):
«Permanezcan en los Caminos, busquen y
pregunten por las rutas ancestrales,
donde se encuentra el Bien, y caminen
por ellas para que encuentren descanso
para sus almas».
Defiendan su FE con orgullo y reverencia, y dimensionen lo mucho que su religión ha hecho y sigue haciendo por todas las demás religiones del mundo!
2 comentarios:
interesante punto de vista .
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