“PEDACITOS DE MI VIDA”

“PEDACITOS DE MI VIDA”

(EB-25 mayo 2010)

Así se llama el blog de mi amiga María Isabel Fernández (Marisabel), donde escribe eso… “pedacitos” de los acontecimientos diarios. Me llamó la atención sus comentarios acerca del uso que dan las mujeres a su bolso. Sí, a ese que siendo único, personal, intransferible, secreto, y casi siempre gastado lo cuidan como si fuera una joya, el mejor amante, el closet trasladado, la mano santa que tiene la cura para todo….pero sí sé yo cuáles son las razones por las que una dama carga el bolso para todos lados. Es que dentro de él hay una música suave que convierte a la mujer en más femenina, justo en los momentos difíciles de su avatar mensual. También están los cosméticos, las tarjetas de crédito, las llaves, los amuletos, la libreta de notas, los cigarrillos, el encendedor, el celular, los aretes, la colonia y el perfume, la crema para manos, el espejo para solucionar la vanidad al paso, el aliento fresco y sexi gracias al chicle o la mentita, el chocolate para la angustia terrena…y un desorden terrible dentro de él que indica, cómo es la personalidad de quien lo usa.

Así el bolso se lleva para todos los continentes, y descansa sobre el piso, el mostrador, el sanitario, la cocina y otros territorios inimaginables. Lo consumen todas las mujeres, y los hay de diferente forma, tamaño, material y creador. Cuando es de marca conocida, es motivo de gloriosos y envidiosos comentarios de boca a boca…y cuando no lo es, la dueña es destrozada de la manera más cruel por las huachafas que viven desahogando frustraciones en las marcas.

Con el tiempo, y hace más de 25 años, los hombres han arrebatado esta prenda exclusiva antaño de las damas. Y en Europa los varones también usan muchos de los objetos que el bolso de las damas lleva según lista anteriormente mentada, incluyendo cosméticos.

En ambos casos, abrirlo es desnudar la personalidad del propietario, y es un agradable desahogo para los que viven pendientes de lo que hacen los otros y no él o ella. Andar con bolso es como transportar media casa consigo. Gracias al bolso sienten que son como brazos que brindan seguridad o manos que se estiran para encender un cigarrillo, o prestar algo que sólo él guarda celosamente en su interior. Tener bolso es caminar segura, salir del reino de las sombras, sentirse majestuosa ante los apuros que pasan las demás cuando no lo tienen. Cargar un bolso es cargar también con la historia afectiva que ata a la dama con sus encuentros amorosos o amicales. Cada bolso es una historia, es el regreso a la agitación del día pasado, es sonreír ante el único amor que nunca muere: el bolso.