" LIMA LA HORRIBLE, OYE "
Pienso en los escándalos que convierten Lima en una aldea de pueblo, por que hemos pasado una semana hablando de la desubicada “modelo” Angie Jibaja, el embarazo de la ex vedette Tula Rodríguez y sus amoríos con el gerente Javier Carmona, los líos entre Valle Riestra y su compañero Alan García….Cuando de lo que debemos hablar los peruanos en general es de las reuniones de la ALC-UE tan importante para el futuro de nuestra exportaciones, el turismo y la imagen tan denigrante que dejan la mayoría de compatriotas en los países que nos visitan….o también me parece interesante buscar la manera de abaratar el precio de los alimentos de primera necesidad, encontrar una salida a los bajos sueldos que percibimos los peruanos desde hace más de diez años sin variación alguna, los accidentes y asaltos que sumen las carreteras de nuestro país en un caótico terreno para otras aventuras que desdicen de la cordial bienvenida tan propia de nuestro pueblo.
Me parece igualmente importante aprobar leyes que castiguen más severamente a los delincuentes que no respetan a los turistas y terminan destruyendo su vida de la manera más salvaje y cruel.
La costumbre de convertir Lima en una aldea de vecinos sin otra ocupación que el chisme y las bolas, viene ya de época de virreinato y de virreyes. Las cofradías y órdenes religiosas, como políticos ayayeros del gobernante de turno creaban chismes para distraer de otros más importantes asuntos por resolver de manera inteligente.
Lo grave del tema es que nos hemos acostumbrado a vivir del chisme, dejando de lado el trabajo, los estudios, los momentos serios y formales de nuestra vida en sociedad. Con la invención del Internet y los Chat, los teléfonos móviles, adiós responsabilidad, adiós horas-hombre, chau a la puntualidad, arrivederci a la tarea del día. Y es que cada vez inventamos en esta Lima encantadora, una manera de sacarle la vuelta a la responsabilidad, la puntualidad, el cumplimiento de nuestro deber, etc. para convertirnos en una especia de libertino personaje de una ciudad más libertina aún.
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