PERSEVERAR
EN EL ARTE
(EB-20 junio 2012)
Perseverar, es quedarte allí y con
eso, que satisfaciéndote, te brinda oportunidades económicas. Digo esto, porque
cuando hago un retroceso mental de lo que ha pasado con mis amigos y conocidos
en el arte plástico, hay muchísimos más que no producen y abandonaron la
profesión, para no continuar con el estigma estético, que los que valientemente
nos dedicamos a hacernos de un prestigio, un nombre, un currículo que a su vez
aporte al arte plástico algo nuevo, no copia misteriosa entre gallos y
medianoche.
Es difícil en un país como el Perú
lograr hacerse de un nombre. No existe apoyo ni estatal, ni privado. Los
estudios que son demasiado caros, no los apoya nadie. Los materiales que llegan
sin liberarlos de impuesto, resultan onerosos para un profesional, y por ende
para el estudiante. Las galerías de arte privadas sólo promocionan a los
artistas que producen arte contemporáneo, que muchas veces ni ellos entienden.
La moda es promocionar a artistas que hacen, lo que la mayoría no hacemos.
De mis compañeros de la Escuela de
Arte Plásticas de la Católica sólo producimos arte como profesionales: Eida
Merel y yo. Los otros (más de 20 egresados), se dedican a otra actividad ajena
al arte. En el panorama actual de las artes plásticas en el Perú, hay
abundancia de productores de arte: arquitectos, escultores, dibujantes,
grabadores, hasta pintores.
Nadie hace nada por solventar y
salvar la situación. Cada artista trabaja de manera individual y logra la
simpatía de su propio público. La razón estética que nos mueve, es usar el
lenguaje visual para llegar al público. Expandir la producción individual, es
lo razonable.
Recuerdo que hasta los años 80’, en
mis exposiciones había venta de pinturas de compradores siempre extranjeros que
vivían o estaban de paso por Lima. A partir de los 90’ no sólo compran estos,
sino los peruanos que viven en nuestro país, y los extranjeros y peruanos que
estando fuera compran por internet mis trabajos(www.novica.com, www.picassomio.com/enriquebustamante, www.picassonet.com , www.aicoa.org ).Eso es una satisfacción
lograda a través de una entrega al arte plástico de más de 45 años.
Si bien es cierto mucho de mis logros
como artista lo debo a los contactos e invitaciones de mis amigos y exalumnos,
también es cierto que no he dejado de producir arte todos los días de mi vida,
como una disciplina más religiosa que contemplativa. Eso me ha enseñado a sólo
ir a inauguraciones de mis amigos, artistas reconocidos, o jóvenes que
incursionan en el difícil mundo del arte en general.
Ya en la década que vivimos, mis
pinturas son adquiridas también por mis exalumnos de diversas partes del mundo,
que organizan su economía para registrar en su decoración ambiental un trabajo
mío.
Nunca me agradó la idea de agrupación
o sociedad que reúna a artistas plásticos. Cada cual, lamentablemente cree ser
genio de su época, y no me gusta ser manipulado por nadie para convertir mi
obra de arte en una empatía de grupo, o una sujeción a ideas ajenas.
Hoy mis pinturas lucen dorados a la
manera de los cuadros de la reconocida Escuela Cusqueña. Mantienen la
ingenuidad de su carácter primitivo. Tienen: espiritualidad, color, ternura,
renacimiento de equilibrio, simetría y ritmo. Hoy, mis pinturas como ayer,
pretenden saturar el espacio visual que nos obsequia. Mi trabajo artístico es
una estructura coherente agradable a los sentidos de quien la conoce.
El tiempo ha organizado mi vida y
ésta organiza mi producto plástico; en tela, trupán, cerámica, u otros
materiales, siempre está la forma, y mi singular psicología aplicada con
sutileza técnica: platos, palomas, jarrones, toros, móviles, pinturas,
retablos, esculturas, joyas, vestidos, afiches y muchos otros guardan las
cualidades psíquicas de mi conciencia.
He madurado y seguiré madurando. Pero
debo confesar que gente con mucho talento en la época de estudiante, y ahora
como profesor de arte, no producen, porque otros aspectos de su vida personal
exigen producir dinero, en desmedro de producir arte.
Tengo fe que la historia registrará
la apatía estatal y privada para con los artistas. Si los peruanos somos buenos
en todo, por qué no hacer algo para destacando a nuestros valores nacionales de
las artes plásticas, podamos ser motivo de imágenes nacidas en estas tierras y
que puedan viajar por el mundo, como una señal de nuestra cultura milenaria y
actual siempre vigentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario