VOLÓ AL CIELO CON TERNURA
(EB-24
marzo 2013)
Hay
personas que dejan huella sin quererlo. Abren caminos sin lampas ni picos. Riegan
jardines con sólo mirarlos, regalan amor hasta saciarnos. Incluyen su alegría,
su sonrisa sincera, convirtiéndonos en instrumentos con rostros nuevos, ajenos
a las heridas, valientes ante la adversidad. El cielo acaba de robarme su
presencia, las nubes no me permiten ver que fue un sol mejor de primavera, y
que sus manos acariciaron por doquier, impresionándonos con su propia historia
de amor.
Se
llamó Magdalena Bustamante Oliva de Villegas, y ha escrito el mejor libro en
nuestras vidas. Digo nuestras, porque mis hermanos y yo, disfrutamos de sus
modos para expresar el afecto, de sus reglas de cortesía, de su voz suave y sus
entremezclados sentimientos donde el amor nunca estuvo a la deriva.
Tía
“Magda”, como cariñosamente la llamamos, durante casi sus 94 años de vida, estaba
emancipada de lo malo, lo canallesco, lo cursi, lo extremo. Estaba llena de
amor a Dios y a las gentes, en particular a los sobrinos para enseñarnos con su
ejemplo el mensaje del buen vivir, bien amando al prójimo.
Alguna
tarde de los pasados años, nos reunimos todos casados, con hijos y nuestros
padres que aún estaban conmigo…y le rendimos un homenaje a la ti Magda, para
decirle lo agradecidos que estábamos de ella por su ternura y su preocupado
mérito por nuestra educación.
Fue
la tía Magda quien llegaba a nuestra casa con la torta de cumpleaños para cada
sobrino. La que se esmeraba por contribuir a comprar nuestros útiles escolares,
la que nos enseñaba las reglas en la mesa, y las buenas costumbres frente a
nuestros familiares y amigos. Con ella disfrutamos muchos años en nuestro viaje
campestre a la antigua población de Puente Piedra. Allá donde los tíos Andrea y
Apolinario tenían tierras cultivadas, y bebíamos agua de pozo, mientras en la
noche escuchábamos música en un antigua tocadiscos R.C.A.Víctor.
Fue
nuestra tía Magda, una poderosa colección de virtudes, un ramillete de las más
perfumadas flores, un primer juguete en nuestras manos, una primera comunión
con estampas impresas.
Cuando
joven en Mollendo contrajo matrimonio con Luis Villegas Marroquín, el tío
Lucho. Nunca tuvieron hijos, pero nosotros éramos parte de eso que la vida no
les dio. Como sobrinos éramos su motor de luz, su lámpara iluminada, la alegría
de cada tarde, la paz en su lecho, el zapato en sus zapatos, la imaginación de
sus mejores sueños, el afecto más cercano, la distancia más corta, el amor más
fecundo.
Hoy
que ya no están quiero recordarlos sin despojar mi esperanza que en el cielo
tienen los brazos abiertos para apagar nuestros lloros, para seguir mirando a
nuestros ojos, para bautizarnos cada día con ternura para que no conozcamos lo
marchito, lo fugaz, los torcidos embelesos sin detenernos y continuar la vida
con el mejor ejemplo de su amor, y los aires puros, perfumados, en el frescor
de cada mañana.
Hoy
día he hecho una excepción y me he acercado a despedirme mirándola en su
féretro, me he sentido elegido, locuaz en el silencio, nostálgico y triste por
su partida. Sólo he llorado ahora que escribo para que la literatura encontrada
con mi alma, pueda enseñarle a los demás, que extraño su ausencia, lo
indescriptible de un mundo mío sin ella. De ella reclinada ante Dios… cuando su
alma se siente consagrada. Feliz la vi en su ciega mirada….
1 comentario:
Hi! I understand this is sort of off-topic however I
needed to ask. Does operating a well-established
website such as yours take a massive amount work? I am completely new
to operating a blog however I do write in my diary daily.
I'd like to start a blog so I can share my own experience and thoughts online. Please let me know if you have any ideas or tips for brand new aspiring blog owners. Thankyou!
Feel free to visit my site; silk scarf
Publicar un comentario