AÑO 2013
(EB- 2013)
Terminó el 2013, entre risas y llantos,
arenas y vino, ternura y regalados encantos. Llegó 2013 como detergente lavando
la basura que los hombres desechan con la pretensión estúpida de que al
mezclarla con el agua , pueda desaparecer, conciencia de los que se sienten
ajenos a la alegría popular, los que suicidan sus talentos en maniobras
peligrosas. Así la playa se ve llena de gente, de festejos non santos, de
juegos de muerte, de espuma y harapos, de himnos que cantan la basura que va y
viene con las olas cada día y cada noche gracias al mar.
Así el mar nos estremece por su
gigantesco depósito de agua salada, por lo lejano de su extensión, por lo
multiplicado de sus funciones, y los abismos insondables que nos llevan a
paisajes perdidos, irreconocibles, tal vez equivocados rincones aún sin
conocer. Así tratamos de entrar en razón, y nos protegemos en la tierra, como
indefensos niños ante su fuerza motora.
Como si fuera una cárcel que vomita
todo lo que sobra, el mar desnuda ante nuestros ojos la basura que los hombres
desechan para mezclándolos con el agua, pueda desaparecer. Pero el mar no traga
cosas inservibles, ni realiza operaciones nupciales con quienes ensucian su
mundo de espuma y agradable aroma. Así se convierte en carcelario por un tiempo
y los objetos van de un lugar a otro, de una marea a otra, de una costa a otra
golpeada, y esculpiendo su mejor forma para devolvernos con golpes de olas a la
orilla, donde esperamos sorprendernos con su lisonjera vitrina de lavados
objetos en su piel..
Esta mañana mientras mojaba mis pies
en la orilla de la playa norteña, observé entre otros: botellas, troncos,
plásticos, retazos de cerámica, piedras arrastradas por la ola, restos de una
embarcación perdida en la noche de los tiempos, juegos de la muerte asilados en
el plumaje de un ave despojada de su vuelo y su belleza, mutilados retazos de
telas multicolores donde el original asoma tímidamente en sus fibras, viajeras
cosas sucias lavándose poco a poco, fantasmas mil que subyacen en la turbiedad
de los restos de letrina, temblor de manantial asilado a la desesperanza,
quemados restos de madera llenos de llanto y dolor, pensamientos como escritos
en la arena viva, féretro imaginables de las vidas que sucumbieron ante el
oleaje, y la profundidad cruel. Entendí que sólo la mano y mente creativas de
un artista podría construir lo que otros destruyeron. Empecé a juntas restos de
redes del pescador abandonado a su suerte, troncos pequeños enfurecidos por el
ir y venir de las olas, y empecé la tarea de construir con lo destruido. Me
dejé llevar por mi fluido talento de estos últimos meses, prolongué mi cuerpo a
las tragedias que viven los hombres cada fin del mundo anunciado, Perdí la vida
por un instante y entendí que la muerte está a la vuelta de la esquina, como un
cuento de brujas que los infantes gustan escuchar, pero no quieren vivir.
Al final de la tarde, había hecho un
tejido macramé, y atravesando los palitos y palotes mis manos calladas de
sollozos me regalaban la imagen de un hombre desvanecido, sin esperanza,
escéptico, a la manera de un ritual sin entender, sin participar. El rostro era
un largo monólogo entre la figura y la nada, entre el destino desconocido del
retrato y el destino más desconocido aún mío.
Ha sido una lucha entre el año que se
fue y el que nace con esperanza y en
silencio, para mirarme frente al espejismo tormentoso de mi vida pasada. Esa
que sacié de ser modelo en el cansancio y la taza de café no azucarada. Esa que
escribe fuera del camino mientras se revuelca como un gusano en su propia
prisión.
Hoy como siempre indiferente a la
vida lasciva de los otros y leal a mis creencias, no quiero perderme nada de lo
que suceda en este año 2013, tan conflictivo, incontenible e incontable, leal a
la única autoridad del destino en el que creen muchos hombres. Este 2013 brota
así como quien no quiere la cosa y debe aceptarlo por obligación. Sólo queda a
lo lejos, el eco del silencio ya de las campanadas de esperanza, amor y sueños
que son los motivos que mueven mi conciencia y la de muchos terrestres
habitantes de mi planeta….
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