Fuente: www.definicionabc.com
NUESTRO
SECRETO
(EB-3 agosto 2012)
Todos guardamos un secreto. No somos
capaces de darlo a conocer, por que dejaría de serlo. Precisamente, el
guardarlo lo convierte en secreto. Habría que desnudar nuestra alma y nuestro
cuerpo para decirlo. Los hay: históricos, religiosos, políticos, científicos,
personales, sexuales…de acción interna y acción externa. Rompe la intimidad,
corrompe la justicia, pone en duda nuestra dignidad como personas.
El secreto, o los secretos hacen
interesante la vida. Es la manera de guardar aquello que siendo íntimo, no debe
ser divulgado ni puesto a la luz del sol. Alargan el placer o la vergüenza de
ocultarlos. Miden nuestra capacidad de intimar con nuestra conciencia.
Inmovilizan nuestra sonrisa. Hacen brotar lágrimas desde lo más interior de
nosotros. Cambian el orden de la vida. Hay veces matan nuestra próxima
primavera y hacen crecer cactus espinosos en vez de flores perfumadas y
aromáticas.
Que lo confesemos, libera al alma de
culpa. Pero que otros lo descubran o develen es incomodar la tranquilidad de
nuestras vidas. Es desollar las pocas virtudes que nos quedan. Es asesinar el
último vestigio de moral que guardamos sigilosamente en un casi olvido. Es
mostrar los harapos y destruir nuestro último traje nuevo. Es caminar en un
desierto de culpas, errores y ceguera de nuestra conciencia y nuestra mente que
quiere esconderse en el rincón más oscuro y apartado para que no la descifren,
sobre todo nuestros enemigos.
Dependiendo del tema secreto, puede
deprimir y cubrir de noche el alma de
quien lo guarda. Cuando alguien lo descubre, buscas cómo encontrar el eslabón
perdido de nuestra dignidad, ante nuestra capacidad de sonrojarnos, llorar,
reír neuróticamente o querer desatar el nudo de la garganta atravesada.
Si alguien nos delata y lo hace
público, es como un oleaje que corre de persona en persona para hacernos daño,
divulgándolo. Guardarlo, casi siempre constituye una deprimente tristeza. Pero
nos libera de los temores, miedos y culpas
brindando la tranquilidad que nos hace falta como una proeza.
El denunciarlo o darlo a conocer
finalmente, a pesar de todo, ofrece una perspectiva de vida diferente. Evita
las preguntas incisivas, las irónicas indirectas, la furia consagrada en
nuestros demoniacos enemigos, la desnudez de nuestra integridad en pleno día…
así aprendemos a ser nuevamente iluminados, lejos de los harapos carentes de
color y costura sana, así podemos volver a levantar nuestra cabeza y caminar
por el sendero diferente distinguiendo nuestra estirpe.
Ante el secreto revelado, la calavera
de nuestras angustias cotidianas, volverá a sonreír porque nadie logro aislarnos, ni separarnos
del núcleo familiar, amical o social al que hemos pertenecido, dolorosamente
ocultando nuestro secreto.
¿ Cuál es tu……… secreto?
Fuente: www.pensamientoconsciente.com
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