RECUERDOS DEL TRABAJO
(EB-7 junio 2012)
Respondiendo curiosa pregunta de dos alumnos míos mayores, mi
vida en el trabajo se inicio siendo muy joven. Debe ser a los 16 años que
acepté trabajar como Secretario del Despacho de mi parroquia dirigida por la
Orden Jesuita. Allí con mi letra que dicen es preciosa, (pero la veo muy
adornada y poco legible), escribí los libros donde se asientas los sacramentos
católicos: bautizo, matrimonio y defunciones concelebradas en el culto.
De pronto una mañana el P.Pedro Gassó S.J. de recuerdos
entrañables, me pidió que tipiara a máquina (¿) los artículos que escribía para
publicarlos en reconocidas editoriales de España. Recuerdo que tuve que
aprender en una máquina Underwood, y gracias a ese adicional trabajo pude
obtener unos soles más añadidos a los 500 (antiguos), que ganaba como primer
pago mensual. Entonces estudiaba en el Centro Peruano de Teatro, del reconocido
Reynaldo D’Amore. Luego ingresé a trabajar en una empresa llamada Delcrosa S.A.,la que vendía(o aún
vende) maquinaria pesada. Todo era felicidad hasta que un día cometí el error
de añadir accidentalmente un cero (0) más en la factura que tipié, y el jefe de
origen italiano maltrató verbalmente a mi jefe inmediato. Fue tanta mi
vergüenza, que por más que me fue a buscar este señor italiano a casa en dos
oportunidades, no regresé más al trabajo.
Posteriormente, fui a
estudiar en la Escuela de Artes Plásticas de la PUCP en Lima. Y accidentalmente
por invitación del promotor y director de un colegio privado cerca a mi casa,
me inicié en la enseñanza. Pensaba él que yo tenía talento para enseñar, y
estaba feliz con su nueva adquisición. Por entonces, mis alumnos contaban la misma edad que yo. Aún me veo y
escribo con algunos de ellos hasta hoy. El tiempo ha pasado, pero nuestra
amistad no se apagó.
Allí inicié mi periplo por las aulas. A la vez que enseñaba,
continuaba estudiando. El colegio de jesuitas me llamó para ser profesor y
acepté hasta los 70’. En setiembre de ese año tomé mis bártulos y me fui a
realizar una gira artístico-cultural por América Latina hasta los Estados
Unidos de Norteamérica cumpliendo invitaciones de amigos e instituciones. Entonces
sumado al colegio jesuita, trabajaba como profesor de arte del colegio nacional
“Señor de los Milagros” del Jr. Chancay en Lima Monumental.
La gira que emprendí fue para dictar conferencias, talleres y
exponer mis pinturas. Pasee mis pinturas y hablé sobre el Perú en Trujillo,
Piura; Guayaquil, Quito; Cali, Bogotá, Manizales, Medellín, Barranquilla, Cartagena,
Cúcuta; Barquisimeto, Maracaibo, Caracas; Ciudad de Panamá, San José, Managua,
Salvador, México y New York. Fue en Bogotá y Ciudad de Panamá donde más tiempo
viví. En la primera aparte de exhibir en el Museo de Arte Contemporáneo y la
Galería Colseguros, dicté un Seminario sobre “Estética de la Obra de Arte” en
el Centro Colombo-Italiano. En la segundo, fui Director de Asuntos Culturales
del CEPA(Centro Panameño-Norteamericano), Crítico de Arte del diario “Estrella
de Panamá” y pintor con reconocido prestigio.
De regreso a Lima, fui contratado como Diseñador de la
prestigiosa empresa textil “Nettalco S.A. de Urbanización Vulcano en Ate.
Posteriormente, desempeñé el mismo cargo en Romatex S.A. hasta que se me ocurrió
la idea de programar mi propia empresa de servicios para fábricas textiles,
boutiques, confeccionistas mayoristas y cree la empresa “EB- Asesoría Textil”,
fui uno de los primeros en realizar desfiles de moda en pasarela de nuestro
país….pero los artistas nacemos para ser artistas, no para ser empresarios… y un día ingresé
como docente del Instituto de Comunicación y Diseño Toulouse Lautrec. Era el
profesor de Historia del Arte que la institución necesitaba a sugerencia de las
autoridades del Ministerio de Educación. Simultáneamente, trabajaba como
profesor del Vicerrectorado Académico de la UPSMP (Programa de Diseño de Modas).
Entonces ya era un profesor conocido en la PUC, Cevatur, Cenfotur, e invitado a
formar parte de la plana docente de prestigiadas instituciones.
El tiempo contabiliza nuestras energías y talento, la palabra
dura pero elocuente, el abrazo fraterno y el consejo apropiado. La imagen
perfecta de un profesor paternal dicen. Para entonces mi periplo por Sencico (Programa
de Diseño de Interiores), colegio peruano-francés André Malraux de Monterrico,
UPC(Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas)…todos ellos centros educativos
de primer nivel. (No puedo desertar de la enseñanza…asumo por designios del
cielo.)
Me agrada la idea del silencio en mi taller y el verbo, la
palabra, la utilidad artística en mis clases. Hay en mí un desaforado amor por
enseñar, tan fuerte y fructífero como crear. Me agrada la idea de sentir que
aún soy útil para mí, pero igual de útil para los que están escuchando mis clases,
leyendo mis escritos, admirando mi pintura, mis palomas y platos de cerámica,
mis móviles de pájaros y flores.
Y si por todo ello recibo un pago, mejor aún…me ayuda a
continuar la vida inagotable, descubriendo cada día que puedo hacer más por los
demás y que también eso se refleje en mí. Fecunda es la tarea de levantarse y
estar allí donde un grupo espera mis enseñanzas.
Ahora siento que soy un mejor ser humano cada día, cada
clase, cada pintura, cada poema, cada silencio que aprovecho para meditar sobre
lo que viene después….con nueva luz, a la manera de la mejor canción valorando
lo aprendido, aplaudiendo lo enseñado y creado.
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