MI DAMA
Allí
donde el silencio te alcanza,
donde
la persiana gris
oculta
tu figura y masturba con su luz la sombra.
Estás
allí con tu bolso negro y tus zapatos rojos
parada
en el umbral
como
queriendo traspasar la barrera del salón francés.
Caminar
paulatino,
garbo,
donaire,
cimbreante
cintura que invita al pecado original.
Estás
allí ahora yo ausente
donde
tu aroma satura el espacio tridimensional,
fantástica
mujer diosa de ébano
estás
allí para no volver.
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