LOS VICIOS DE LA TELEVISIÓN
(EB-27
abril 2014)
No
hay duda que la televisión y sus escándalos no contribuyen en nada a la
formación moral y ética de nuestra niñez y juventud, y que alimenta
descaradamente el morbo de millones de peruanos que esconden sus más sucias
pasiones, al vincularse con vivencias de aquellos que hacen los programas,
telenovelas y otros de borrosa moral.
Recientemente
el capítulo de infidelidad de Jean Paul Strauss “cantante” y la “modelo” Janet
Barboza, no hacen más que comprobar la penitencia de escondidos capítulos de
avergonzadas actuaciones de dos personas públicas que nada les importa herir la
susceptibilidad de ellos y como consecuencia la de sus “seguidores”. No es el
único caso, está la que “es soltera y hace lo que quiera”, la del “cumbiambero”
que se casa con una “modelo” y en un programa aparece una ciudadana boliviana
para contar sus experiencias en la cama con lujo de detalles. También las
desnudadas participantes de programas “juveniles” en horas de la tarde, los
escándalos de la hija del compositor y su madre en cuya historia tres hombres
hacen de marido, padre y amante, con la mayor naturalidad y sin lamentos.
Ni
qué decir de los programas de “farándula” donde el chisme y la desnutrición moral
está siempre presente como el primer ingrediente de un apetitoso menú para
quienes son sus televidentes. ¿Es que la moral está muriendo poco a poco y sin
saberlo?... ¿o es que quienes son partícipes de estos escándalos fingen un
comportamiento negativo para atraer precisamente “televidentes”?
Para
nada interviene el Ministerio de Educación, la Asociación de Radio y
televisión, y los entes que dicen ser vigilantes atentos de lo que se produce y
difunde en los medios de comunicación.
Ni
que decir de los diarios y revistas donde el morbo también está presente. Son
como hojas de un árbol que caen y van desnudando sin lamento los caminos más
fáciles para inducir a nuestros jóvenes a la prostitución, las drogas, el
alcohol y la vida fácil aún a costa de su propia integridad.
La
televisión y los medios deben servir para educar y al tocar temas sexuales,
debe hacerlo con la seriedad y el respeto que la ciencia, la moral y la
educación nos permite. No hay que tener miedo de tocar esos temas, pero hay que
hacerlo con altura, seriedad y teniendo en cuenta sus consecuencias.
Honestamente
creo que mucho de lo que negativamente sucede en nuestro país como accidentes,
matanzas en la ciudad, asaltos, marcas, prostitución infantil, maternidad
temprana, es porque los medios de comunicación como la televisión en vez de
orientar, confunden a la gente y lo terrible es que hay interés en hacerlo
digo, por la abundancia de programas y publicaciones que así lo indican.
O
entramos en conjunto a seleccionar lo que damos en los medios, o nos
internaremos en un pandemónium del cual será mucho más difícil salir.
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