Fuente: www.andina.com.pe
ASIENTO RESERVADO 2013
(EB - 10 abril de 2013)
Colgado en You tube con el nombre de
“Conchudo en el Metropolitano”, se hace famoso un joven por haber ocupado el
asiento rojo que sólo corresponde a personas discapacitadas, embarazadas,
adulto mayor, niñas y niños. Le han hecho un gran favor, porque siendo un
desconocido, la gente lo verá como un líder de la malcriadez y buscará imitarlo
para que también la fama llegue a ellos.
Soy un adulto mayor y tengo suerte de
siempre encontrar la persona educada que en caso está sentado, me sede asiento,
o lo reserva para que yo lo ocupe. Pero he observado que en muchísimos casos,
el asiento lo ocupa un joven hombre o mujer, con sus audífonos para hacerse el
sordo, o leyendo periódico para hacerse el ciego. Pienso que ellos no tienen
culpa de su mala educación. Los culpables son el chofer y el cobrador que están
obligados a que se respete la ley 28683 que se ha dictado y aprobado.
Retrocediendo a las raíces, en
realidad somos culpables los malos padres de familia, que no entendemos que
vivir en comunidad es respetar normas, leyes e indicaciones de las autoridades.
La mala educación campea en millones de hogares del país, porque se empieza a
ser “padre” cuando no hemos terminado de ser “hijos”. Porque en muchos hogares
se solucionan las protestas de los hijos con dinero. Se contenta a ellos
satisfaciendo los más elementales caprichos. Los padres han perdido el control
sobre los hijos. Ignoran reglas de cortesía y educación, como un don social
para vivir en sociedad.
”Vivir en sociedad”, significa que
nuestros derechos terminan donde empieza el derecho de los demás. Eso indica la
carga de muertes, asesinatos, violaciones, marcas, abuso, atropello, separación
de parejas, abandono moral de los hijos en una sociedad que se pudre desparramando
toda la bazofia en la ausencia total de
valores.
Entendemos que inclinar la cabeza
para el saludo es de tiempo pasado. Escapamos a todo aquello que significa
disciplina. Nos encanta lo sombrío, lo ambiguo, lo congelado. Disfrutamos
diabólicamente de la soberbia mordaz que redime nuestro comportamiento
inadecuado. Hemos perdido poco a poco el aroma de las buenas maneras, lo lírico
de la educación, la lucha por convivir con el prójimo de la mejor forma.
El joven sentado en el asiento rojo
del Metropolitano, es uno más de los que creen ser autoridad o autoritarios sin
respeto por los demás. De hecho duerme en sus laureles y se siente importante.
Imaginemos por un momento cómo de salvajes e inoportunos serán los hijos que
alguna vez se atreva a traer a este mundo. Se hunde en su propia majestad de lo inapropiado, continúa lo
inmóvil de la carencia de educación de muchas personas en un vehículo de transporte
público. Es ondulante con su comportamiento porque no sabe lo que le corresponde
frente a los demás. Está hechizado por el capricho, la soberbia propia de la edad,
y vive sobre los escombros de una sociedad en crisis avanzada e híbrida.
Sin duda que You Tube debe sentirse
honrada de albergar un video de un país de gente mal educada como la que abunda
en el nuestro. Será mejor que las autoridades impongan sanciones pecuniarias
para quienes faltan a las normas en los transportes públicos, de esa manera
como “buen peruano”, actuará de otra forma porque están “chocando con su
bolsillo” y eso al peruano lo aterra.
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