DESPUÉS DE
LA NAVIDAD
(EB-14 enero 2013)
Alguna vez nos
hemos preguntado…¿hasta cuándo debemos tener el nacimiento en exposición?,
naturalmente que pasadas las fiestas de navidad, año nuevo y pascua de reyes. Lo
ideal, es levantar todos los arreglos navideños incluyendo el nacimiento,
pesebre o belén, luego de la fiesta de
la Sagrada familia, que la iglesia católica celebra precisamente hoy. Una buena
señal que sirve para resaltar el ambiente familiar en el que vivió Jesús de
Nazareth y presentarlo al mundo como modelo de lo que debe ser una familia
cristiana.
Fue San
Francisco de Asís, fraile de la Orden que lleva su nombre, en su ciudad natal
en Italia, a quien se le ocurrió construir un pesebre y recordar al Salvador
recién nacido. Desde entonces la tradición se mantuvo en iglesias, conventos y
monasterios. Con el tiempo pasó a los hogares como sucedió cuando
gobernaba el rey checo José II. Los
nacimientos solían ser “refugios de esperanza, la bondad y el amor” desde
tiempos muy remotos.
Recuerdo de
adolescente cómo las familias ocupaban semanas y hasta meses para crear un
nacimiento en las habitaciones más importantes de su casa. Había también la
ceremonia llamada “Bajada de Reyes” con padrinazgo y todo. Grupos de niños
recorrían visitando los nacimientos y cantando villancicos alegres para avivar
al Niño Jesús.
El tiempo y las
diferentes nacionalidades han ido creando paisajes propios del lugar con
personajes típicos. También cambiaron la arquitectura alejándola de la original
del tiempo de Jesús. Los materiales usado son diversos: yeso, madera, mármol, piedra, papel, cartón, tela,
plástico, acrílico, arena, cemento, etc. Lo importante es el sentido
tradicional de la fecha.
La presencia del
árbol, ya es una costumbre mundial, es un elemento decorativo propio de la
navidad. Originalmente era un abeto o pino. Modernamente, para evitar la tala
indiscriminada, se usan materiales como el acrílico, plástico y otros. Se dice
que fue el monje agustino Martín Lutero ((1483-1546) quien “inventó” el árbol
navideño. En Alemania en 1605 era común su uso. A Finlandia pasó en 1800. Llegó
a Inglaterra en 1829, al Castillo de Windsor en 1841. El primer árbol navideño en España llegó a
Madrid en 1870 promovido por una dama
rusa, que contrajo segundas nupcias con un aristócrata español. Sin lugar a
dudas, la costumbre se extendió por toda América a la llegada de conquistadores españoles,
portugueses, franceses, ingleses y otros.
Lo tradicional es
el color verde , ajena a los cambios bruscos de color que vemos en estos
últimos años,. Se decora con bolas de colores, campanas, estrellas, lazos y
otros de acuerdo al gusto y manejo económico de la familia. La existencia del
árbol es porque la familia se reúne la noche de navidad a su alrededor. Hay
regalos, cánticos, brindis y cena.
Hay algo más
importante que no debemos olvidar: el árbol tiene forma triangular porque
representa a la Santísima Trinidad. Usa color azul, para oraciones de
reconciliación; plata, para oraciones de
agradecimiento; oro, para oraciones de alabanza,; verde, para la abundancia y
fortaleza.
Entonces
siguiendo la tradición, pasé todo el día hasta la noche “desarmando” el
nacimiento y el árbol, guardando con esmero figuras que tienen hasta 60 años de
antigüedad, como también recientes. La alegría y profundo agradecimiento por
haber pasado otra navidad con mis familiares y amigos, me hace rogar al
Altísimo me permita celebrar la fecha otra vez más. Así podré recordar a los que no están, hacer regalos y abrazar a
los que estando, sonríen para decirnos ¡ Feliz Navidad!
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