SEGUIMOS CON
LO HUACHAFO
(EB-22 setiembre 2012)
Hace algunas semanas hablaba acerca
de la “huachafería” tan común en los peruanos. Eso fue en cuanto a usos,
creencias y costumbres. Hoy retrato nuevamente esa huachafería en los dichos y
usos de palabras de la Academia.
Está en moda huachafa decir “super” a
todo. Eres superbacán, soy superbella, la fiesta estuvo super, estudio en una
universidad superbuenaza, este es un supermercado, el programa de la televisión
es supercompleto, etc. Fea manía de usar esta palabra que proviene del latín
“super” y significa “encima, sobre”, de manera que al usarlo se convierte en un
aumentativo de nombres y adjetivos. Genera el uso de super, la ausencia de palabras en el vocabulario
del huachafo(a) que la usa. Entonces informados mejor de su uso y abuso podemos
explicar cuándo algo es superfluo, superlativo,
supernumerario, superponer, superciliar, superrealismo, o supersónico
por nombrar algunas.
Así se ha puesto de moda imitar a los
argentinos cuando usan el “y…” o más huachafo aún “y….nada”. Porque suena como
vocablo importado que es acústicamente huachafo a nuestros oídos. Entonces
agotado el super, hemos empezado a usa otra palabra huachafa: “mega”. Para
empezar significa un millón. Por ejemplo
cuando decimos “megacalorías” entendemos que la unidad térmica es equivalente a
un millón de calorías (símbolo
Mcal).Pero como la palabra nos suena rara y es corta, la usamos ahora para
todo: megaPlaza, mega Centro, megaestadio, megalópolis o megápolis. Así
recorremos diferentes distritos de Lima y otras ciudades del país, y vemos los
grandes letreros y una explosiva publicidad en los medios con abuso de la
palabra mega.
Qué palabra vendrá de moda para el
poco socorrido vocabulario de los peruanos que no leen. Porque si lo
hiciéramos, nuestro vocabulario se enriquecería, Pero además ya entraron al
mercado de la huachafería palabras que cada cual la aplica como antoja
“mediático, chamba, chévere, de lujo, nice, etc…”y siempre estamos copiando
vocablos extranjeros que en vez de enriquecer nuestro vocabulario, lo convierte
en la suma de coalición entre lo vulgar y lo huachafo.
Dios no quiera, al paso que vamos, se
pierdan nuestros peruanismos y hablemos como los pueblerinos pobladores de
nuestros países vecinos. Lamentable, después de haber sido sede del virreinato
del Perú y destacar por el buen uso del vocabulario español o castellano, haber
aportado una literatura de primer orden, contar con un poeta universal como César
Vallejos y escritores de talla Mario Vargas Llosa, debemos cada año ganar el
Nobel de Literatura por nuestros aportes y no por la huachafa manera de copiar
lo extraño, sin saber muchas veces su aplicación ni su significado.
Salvo mejor parecer super….
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