PENSANDO,
MEDITANDO, CREANDO
(EB-14 mayo 2012)
Nada produce tanto de ternura dentro
de mí, que escuchar pintando mi música preferida. La que inspirándome en el
espacio de mi taller, hace irreprochable la contemplación de un color frente a
otro, y ellos en conjunto con todos. El color, el sonido, los aromas, hacen de
la modestia la creación más bella para el hombre. Es extraño y lo bello se
convierte en raro, cuando tantos sentidos se impregnan de fantasía, gusto por
el ensueño, valoración de lo vivido, complacencia de lo mejor de nuestro mundo
interior. Nada acaricia mejor el oído, que danzar imaginariamente siguiendo las
rutas del amor, lo bello, lo placenteramente agradable, lo musical encantable.
Nada nos despoja de lo humano negativo, que la razón de existir para valorar lo
vivido, para ocupar poéticamente cada instante, cada sueño, cada despertar,
cada noche de luna tierna y generosa, brindándonos la luz necesaria para
aprender a ser amante.
Estar aquí es un mundo familiar y
cotidiano. Es repetido todos los días. Es el retrato profundo de un cerebro pensante,
un corazón vibrante y un espíritu liberado. No existe la partida, el adiós, la
melancolía del nunca regreso. Sólo el condimento celestial del brote
instrumental de nuestros sentidos. Por ello lo absurdo se descarta, y lo
complaciente se vive. Por eso las pupilas dibujan el misticismo del momento,
mientras nuestros oídos trasmiten al alma la plenitud del movimiento musical.
Así nuestra vida, mi vida, adquiere otro sentido y apoyado en la armadura de la
estética, logro, logramos aparecer presumidos ante la belleza y la iluminación
trasmitida.
Entonces el alma satisfecha su sediento
deseo, ingresa al capítulo escrito ayer, hoy y siempre. El arte se conjuga con
el sentimiento, y este con el espacio dentro del tiempo. Así lo bello se merece
y alcanza logros dignos de emular, vivir y evocar.
"Conoce el taller donde el Maestro Enrique Bustamante crea sus coloridas obras".
Gracias.
ENRIQUE BUSTAMANTE
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