EL INICIO DE
LA FE
Mi cerebro está allí y surgen las
ideas. No los veo, pero sé que existen. Dios está allí, no lo veo, pero lo
siento en mis actos, los que quieren expresar como una cascada, lo que he
aprendido del lado bueno de la vida. Se cree en Dios por convicción y no
necesitamos verlo porque existe. Creer sin razonar, es el principio de la fe.
Hay una fe religiosa inculcada desde
la niñez. Otras, son decisiones que se toman cuando adulto, al no estar
satisfecho con la que se profesa. La fe es la decisión que finalmente toma cada
quien para adquirir y practicar determinados ritos, costumbres, oraciones, etc.
El hombre en un principio tuvo como
propia la “religión del miedo”. Temía a las poderosas fuerzas de la naturaleza
porque eran reales, las veía y vivía. Así conoció el rayo, la tormenta, la
sequía, y otras calamidades y aprendieron a rendir culto al sol, la luna, las
estrellas, el agua, la tierra sometidos por un profundo temor. Eso explica
claramente el culto ejercido por los pueblos de los primeros siglos de la
humanidad, incluyendo a nuestras culturas andinas. Esos “dioses” han sido
loados y representados de mil maneras para marcar su poderío y su intervención
de bien o mal sobre los seres humanos.
Con el tiempo apareció la “religión
del dogma” totalmente autoritaria, donde no hay salvación fuera de esa
religión. Así creen los cristianos, islámicos, mahometanos, budistas y otros
grupos mayoritarios en creencia de fe.
A tiempo a llegado la “religión del
espíritu” que no se acoge a ninguna institución religiosa y trata en lo posible
de hacer cada cual su propia búsqueda, filosofía y decisión, aunque no
expliquen las bases en las que se cimenta su creencia.
El hombre siempre ha sido un descontento
frente a dios. Un retador del poder divino, un creyente permanente de que dios
no existe y solo existe el hombre. El hombre considerando sus imperfecciones,
taras, sacrilegios, fanatismo, deshumanizando cualquier principio de fe en un
ser superior.
Hay quienes apuestan por la
desaparición de las religiones y quienes creen que la fe religiosa es inútil
frente a las plagas, enfermedades incurables, deficiencias físicas y mentales
en el hombre. Hay quienes hacen de sus costumbres buenas o malas, su propia
religión. Por ello el adulterio, el abuso sexual, la sodomía, el robo, la
estafa, la mentira, el asesinato y tantas negativas expresiones del hombre hoy,
y del hombre de todas las épocas.
Solo nos toca vivir públicamente una
vida no secreta sino pública en nuestros actos, dominando nuestras pasiones,
enseñándonos a creer y crecer como seres civilizados. Debemos envejecer siendo
modelo de los mecanismos religiosos que nos hacen mejores personas y superiores
seres humanos. Cuesta creer que seamos solo un pequeño grano de levadura
cárnica en el universo gigantesco. Y Dios está allí, para transformar nuestro
esfuerzo y nuestra lucha para seguir creyendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario