FACEBOOK: LO BUENO Y LO MALO
Todos
esperábamos que el mundo cambiara poco a poco para sorprendernos. Pero, nadie
imaginó que dentro de tanta contaminación de inalámbricos, digitales, remotos y
tantas palabras ahora familiares, se nos mostrara la verdad de un mundo que a
medida que se formaliza en ciencia, pierda lo que de humano aún nos queda.
La
ciencia va matando románticos esquemas que convierte en pasado, para
presentarnos atrevidos avances que los ubica en el presente y nos va preparando
para “cambios y mejoras” en el futuro. La ciencia agita nuestra mente y nuestra
conciencia. En segundos hace el esfuerzo por meternos como usuarios de un
esquema que no terminamos de comprender pero lo consumimos, lo usamos. La
ciencia se aleja del corazón y los sentimientos, para meternos en su bolsillo, que
usureramente nos presentan una serie de aparatos que costando mucho, nos
embarca hacia el futuro y la globalización.
Ahora
entendemos que el internet ha servido para reencontrarnos con nuestra familia y
amigos del pasado. Hablamos de 10, 20, 30, 50 o 60 años atrás. Hemos resucitado
a través de las redes sociales a quienes formaron parte de nuestra juventud, a
quienes sin recordar por qué y dónde, se alejaron de nuestras vidas, o nos
alejamos nosotros de las suyas.
Me
agrada la idea que ahora todos nos hemos convertido en literatos creativos para
escribir las más internas manifestaciones de poesía. Otros, toman dichos y
lemas ajenos y los presentan como propios, en una suerte de coladera literaria
donde muchas veces no entendemos ni lo que colgamos en la red.
Ahora
podemos agitar en el aire entrelazados sentimientos de afecto o hacer gala de
la frivolidad tan propia de los peruanos de siempre. Podemos navegar en nuestra
computadora u ordenador, laptop,
tablet o celular, con la misma
tranquilidad con la que Cristóbal Colón se lanzó al océano…y descubrir lo inimaginable, lo corrupto, lo
espiritual, lo científico, lo que suena a chisme barato, o lo que motiva
nuestros más bajos instintos.
Ahora
podemos escribir todos los días, colgar fotos, hablar a largas distancias,
contactarnos con nuestros pares en algún lugar del planeta, vernos físicamente
a través del Skype, u ocultar nuestra esencia de persona a través de un anónimo
personaje, que persigue a jovencitos incautos para meterlos en el mundo del
vicio y de prostitución.
Pero
también podemos acercarnos a mensajes religiosos, donde la fe traspira olor a
santidad, y convertir nuestra y la vida de los demás, en un jardín florido de
espiritual perfume. Una buena manera de dar a conocer nuestras creencias
religiosas, nuestra pública fe, ajena a las blasfemias y exclamaciones de
fanatismo negativo por siempre. No abusemos en el internet de los mensajes
espirituales que suenan como cuento, y apaga toda luz de fe.
Me
apena ver en internet las fotografías de platos de comida que se va a consumir,
como si a los demás nos interesa entender que muchos en el planeta jamás comen.
Me parece antiestético aún, ver los platos vacíos. Me llama la atención que las
jovencitas se fotografíen en poses de bataclana mostrando la intimidad de sus
formas, como si se ofertaran al mejor postor. No entendiendo que el amor llega calladamente
siendo “natural”, no transformándose en lo que se supone no se es.
Me
parece el facebook una vitrina buena para invitar, sorprender, halagar,
conmover, aplaudir, y establecer eslabones de amistad entre los amigos y la
familia. No es un lugar parta insultar a las personas, ni publicar asuntos íntimos
de pareja.
Y a
los que quieren sorprendernos con sus publicaciones obscenas, vulgares,
insultantes, grotescas, sin nivel…pedirles por favor que entiendan que también
ingresan al internet niños, adolescentes y personas cuya moral no es una
tortura sino una caligrafía correcta que
engrandece su espíritu y protege su mente.
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