PADRES
“MODERNOS”
Sin duda que seguiré
corriendo en dirección opuesta a lo que llaman “modernidad”. Hay muchos
ejemplos que no puedo aceptar. Hace unos días un amigo me contaba que venía del
aeropuerto donde dejó a su hija de 17 años, para que viaje con su enamorado a
un paradisíaco lugar del Caribe .
Días después una amiga al
preguntarle por su hija de 23 años, me dijo que se había independizado y ahora
pagaba su departamento para vivir “sola”. Hay padres que les gusta les acomoden
el camino, y que quienes escuchamos sus historias lindamos en lo estúpido o
anormal.
Los padres debemos entender
que nuestros “pequeños” o nuestros “bebes” o nuestras “princesas” un día
tendrán que partir del nido, pero de manera correcta. De qué sirve educarlos
con los cuidamos más extremos, entregarles nuestro tiempo y el último céntimo
de nuestra golpeada economía, si al final nos volvemos cómplice de la
realización de sus “sueños” cuando no están preparados.
Primero nuestros hijos deben
entender que el mundo de fuera es un mundo de perversiones, drogas,
alcoholismo, abusos, pero también de bondad, de entendimiento, de cuidados, de
vientos que soplan a la dirección donde quieren llegar. Que lo sexual es
placentero y reconfortante cuando encontramos la persona indicada, la que
comparte y no tiene miedo de salir adelante en sueños comunes.
Los padres soñamos con la
esperanza de que nuestros hijos continúen nuestro mejor ejemplo, para habitar
el lugar donde las normas siguen educando a nuestros nietos. Entonces la
familia no va hacia el precipicio, sino despierta cada mañana en el edificado
mundo de la verdad y la decencia.
Dejar que nuestros hijos
abandonen el nido cuando no estar preparados para enfrentarse a la vida y a la
sociedad, es golpearlos fuertemente y romper todas nuestras normas de crianza.
Dejar que nuestros hijos asuman papeles de adultos cuando no han madurado como
tales, es una manera de lavarnos las manos para adormecernos en la creencia
que fuimos buenos como padres.
Ellos deben entender que el
mundo que les espera será bueno o malo, en la medida que sepan escogen sus
pares, prepararse en estudios, madurar sentimentalmente, y que ha llegado la
hora de disfrutar de la sexualidad con amor y placer.
Solo así, podemos
enfrentarnos a nuestra conciencia, en el momento adecuado, en el día a día que
nos indica que hemos actuado y que no dejamos de ser padres nunca…SEUO
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