EL
DARDO A LA CULTURA
Del latín “cultivare” viene el término
castellanizado “cultura”. Este es un tiempo para hacerle entender a las
autoridades que la cultura es inherente a la persona humana dado su capacidad
intelectual. Los hombres no podemos vivir sin ella porque es la máxima
expresión de nuestra vivencia, nuestro sentir, nuestro delirio estético
invadido por sentimientos y el bullicio
de nuestra fuerza motora. El hombre no puede vivir sin cultura, de la misma
manera que no puede existir sin alimento.
Este
es un tiempo para protestar por el abuso que vienen cometiendo quienes debiendo
ser las figuras tutelares y promotoras de la cultura, dan más importancia a envejecidas costumbres de “encementar” la
ciudad privándonos de parques, alamedas y espacios donde la cultura pueda
expresarse para satisfacer la necesidad de ella.
Lamentable,
lo de la desaparición de los murales en nuestra ciudad. Igual de lamentable la
carencia de una política cultural para los peruanos, silencioso impacto que no
llega a los alcaldes, los ministros y la máxima autoridad del país. Quienes
producimos arte caminamos solos. No existe interés ni apoyo estatal, por lo que
nos vemos sometidos a abusos bañados con una capa de dulce.
Ciudades
latinoamericanas como Bogotá, Buenos Aires, Sao Paulo, Quito, Santiago y otras,
han surgido de escombros primitivos para llegar a culturizarse en la mejor de sus expresiones.
El Perú con toda la herencia cultural que data de miles y miles de años, siente
que de manera extraña se trata de apagar la llama intelectual de los
productores de cultura, con el fin de tener un pueblo sometido a la ignorancia,
y los ojos totalmente cerrados.
Voces
de protesta de arquitectos, pintores, escultores, grabadores, artistas
visuales, músicos, folkloristas actores, cantantes y otros que de por sí somos
muchísimos, nos sentimos burlados por la ausencia de una política cultural
acorde al nivel y prestigio tradicional de nuestro país.
Nos
encontramos con las manos entrelazadas sin normas que reglamenten la promoción,
auspicio y convocatoria de los ejes culturales que muevan la parte sensible de
los peruanos de a pie.Los productores de cultura, nos sentimos secretamente
mendigos esperando un reconocimiento a nuestra tarea.
Voces
autorizadas del periodismo y la cultura han expresado sus pensamientos por este
derecho a la cultura que se nos priva, exigiendo la manera ( lo más pronto
posible), nos indiquen los alcaldes de nuestras ciudades y distritos, cuál es
su proyecto realizable de una política que haga de la cultura uso de seres
civilizados y pensantes.
Seguramente,
el alcalde de Lima tan vacilante para la cultura y su promoción, hará
confundidos discursos para eludir algo que es su obligación. Ni qué decir del
mal llamado Ministerio de Cultura, ente confundido, desierto en ideas, ajeno a
promoción y delirante ante los atropellos que sufren nuestros restos
arqueológicos y culturales.
El
tiempo que es el mejor juez y testigo, sabrá esculpir en la historia la
realidad humana de acceso a la cultura, para satisfacer nuestras mejores
expresiones culturales, a pesar de la indiferencia, apatía, desconocidos
olvidos de nuestras autoridades decadentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario