LATINA Y… YO SOY
(EB-31
marzo 2015)
“Yo
soy”, es un programa de aficionados que se presenta en Latina canal 2 de
televisión en Lima. Ahora está mejor que nunca, transita a solas y deja huella
en concursantes y espectadores, por lo improvisado de sus ocurrencias, y por la
oportunidad que brindan a quienes creen tener el talento, la voz y la figura
del cantante que imitan. Siempre hay un aparente motivo para hacer de la
entrevista una distancia que se acorta con los diálogos del jurado y de todos
los que participan en su grabación: camarógrafos, editores, animadores,
maquilladores, efectos especiales, etc.
Es
un programa que a diferencia de los muchos que abundan en la televisión
nacional, no hiere a nadie, no mansilla honras, no expone la privacidad procaz
de los participantes y más bien brinda una hora de alegrías, de brillantes
ocurrencias y pone en evidencia que hacia los cuatro puntos cardinales de
nuestro país, abundan cualidades artísticas, histriónicas, imitativas y
espontáneas.
“Espontánea”,
es la palabra que califica mejor a Katia Palma, quien es el alma del show. Desenfadada,
franca, ocurrente, misteriosa a veces, flexible, persistente para arrojar el maicito,
inesperada, embellecida por cada movimiento disforzado que la convierte sin
quererlo en una encantadora adolescente con chispa. (Pienso que debería tener
su propio programa de entrevistas, para que aplique su mirada nocturna al galán
en el escenario, o al entrevistado nervioso). Es resplandeciente con sus
imitaciones, sus sanas locuras, su risa interminable, y sus pupilas que se
dilatan cuando sabe que su talento histriónico provoca risa del jurado y de los
espectadores.
Los miembros
del jurado que la rodean, (con los respetos debidos), cumplen su papel en un
creciente juego de palabras y actos teatrales que hacen creer que son lo que en
realidad no son. Manejan los gestos, se arrebatan en diálogos locos,
inteligentes, desenvueltos, dando confianza al cantante de turno. Mari Carmen
es la eterna sonriente, la adolescente aniñada, con una sonrisa que eclipsa lo
apagado de su voz ronquita.
El papel
de Ricardo Morán, es ser el serio del grupo, quien impone las pautas y la
disciplina del programa, quien renace y hace renacer a los demás con cada
concursante para llegar las reglas claras, para elegir a quien merece una
pancarta futura con su nombre. Así el grupo se integra, hay veces se torna
inflexible, muchas veces con salidas inesperadas, imprevistas, pero siempre con
talento y con los muchos cuartos de hora que nos regalan cada noche de lunes a
viernes.
Pensar
que programas como “Yo soy”, están ajenos a la procacidad, apasionamientos
indebidos, incandescentes expresiones y nos hacen disfrutar gratuitamente como
si se tratara de “hermana, amiga y mujer”…
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