RACISMO EN EL PERÚ?
(EB-15 de octubre de 2011)
Gran parte de los peruanos, estamos poco acostumbrados a mirarnos en el espejo. Eso explicaría el por qué del problema de la belleza y del grupo racial queda solamente en nuestra imaginación. Olvidamos que todos los nacidos en este territorio tenemos en nuestros genes la raza indígena involucrándose a la perfección. El mestizaje es la más cercana meta que nos convierte en una comunidad especial. Estamos hechos sin límites a la imagen absoluta de nuestra sangre andina ancestral.
Orgullosos de nuestro origen, debemos agradecer al horizonte cultural que permitió a nuestros antecesores crear arquitectura, textiles, cerámica y otras tareas que de domésticas las convirtieron en artes, cuando nuestros vecinos en América ni siquiera existían viviendo bajo el mismo techo y pisando la misma tierra. El coraje que tuvieron para aprender a cultivar y hacer buen manejo de la agricultura en los lugares más inhóspitos y altos de los Andes. El oculto arte de la metalurgia, conocimientos de astronomía, construcción, culinaria y otros, no ha ocurrido en el continente y en el mundo, antes que en los nuestros. Hoy, cuando la marca “Perú” se impone en el planeta de manera viril, sorprendiendo a los extraños que no pueden entender cómo razas y sangres se unieron para hacernos a todos Perú.
Esto para explicar finalmente sobre el racismo y maltrato a los empleados domésticos. Es decir, a aquellos seres humanos que mientras nosotros viajamos de vacaciones, estamos instalados en el club o nuestra oficina, cenamos deliciosamente en un buen restaurante, cuidan nuestra casa y nuestras propiedades como usualmente no lo hacemos ni nosotros, ni los que se sienten miembros de nuestra familia. Más meritorio de estos hermanos peruanos inteligentes, creativos y humildes, cuando estando enfermos o padecemos de una enfermedad crónica nos mantienen con sus cuidados, atenciones y cortesías aún renunciando a su día libre, sus vacaciones, sus obligaciones familiares. Siempre la entrega y el sacrificio, a la que no se arriesgan ni nuestros propios hijos.
Así, poniéndome en la piel de un provinciano servidor de nuestro hogar, no cometamos el error de maltratar y despreciar a quien en muchísimos casos, no ha tenido las mismas oportunidades. La educación nuestra, tiene tanto que ver, como la mirada frente al espejo, de la que hablamos al principio. Olvidemos ese maltrato que data de siglos en un territorio donde quienes tenemos la mitad de nuestra sangre extranjera, sólo somos los invasores. Aprendamos a respetar y sentir un poco de amor cristiano y civilizado por nuestros servidores del hogar o nuestros empleados en la empresa, el vigilante a la puerta de nuestra casa, el jardinero embelleciendo nuestro espacio, o la enfermera pendiente de nuestra medicación.
Es lamentable que muchos o pocos perdamos el sentido de la realidad y creyéndonos “gringos” porque nuestra piel es menos mestiza, o nuestros ojos tienen un color diferente, nos autoriza para el maltrato, el desprecio, insulto o indiferencia hacia nuestros servidores. Si pudiéramos volver hacia el pasado, a mirarnos en el espejo y entender que el color de la piel, los pocos estudios, no hablar bien el castellano y otros, hace circunstancialmente diferente a la persona, pero no lo priva de su realidad como ser humano. Es tan humano como cualquiera de los que estando vivos y somos población en el planeta. Las diferencias sólo existen en las mentes pobres, donde el interior debe andar lleno de complejos y rechazos a su propia o familiar realidad.Maltratar a otro ser humano sólo lo convierte en victimario irresponsable, esclavo al fin de su propio espejo.
2 comentarios:
Es terrible lo que la distorsión de la belleza que ah querido lograr siempre estados unidos, sabiendo que puede con el poder que tiene, ocasione todos estos líos en países donde somos diferentes a ese estereotipo de belleza. Estados Unidos no tiene historia, por eso tanto dinero invertido en su imágen, y de paso haciendo que todo el resto de centro y sur america, se apantallan por tanto color y brillos, y se hagan creer que no tener historia es mucho mejor que tenerla.
Los jóvenes como yo, tenemos que luchar constantemente, todos los días, por sacar información innecesaria en nuestras cabezas, que solo afecta nuestra percepción de manera negativa, por que a veces no hay forma de evadirlo. En el cine, en la tele, en el periódico, en el anuncio colgado afuera del dentista con el que vas... en fin... hay que luchar siempre por ser una persona integra.
P.d. Aquí en México, pasa lo mismo pero más tratándose de gente bastante adinerada, contra gente muy humilde.
saludos Señor Enrique le escribe un indio servicial a los clasemedieros y pitucos, discrepo en muchos sentidos sobre su punto de vista, lo que usted quiere decir es, ya que vivimos con indios, cholos, que remedio nos queda que convivir en paz con ellos, no señor si nos dignamos en llamarnos peruanos ello implica aceptar y sertirse parte se ese legado genetico.
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