MENSAJES CON TRAMPA

MENSAJES CON TRAMPA
(EB- 2 diciembre 2009)

Muchos son los “mensajes” que recibimos por el Internet. Es la nueva herramientas para tratar de vendernos algo, convocarnos a un evento, invitarnos a tomar un curso, participar en un taller, actualizarnos de asuntos del Estado, comprar algún libro, cd y otros. Pero la mayor cantidad de mensajes que se envían y reenvían son los religiosos.

Millones de mensajes místicos corren como flechas invisibles por los cables del Internet. Llegan cuando menos lo esperas, como huyendo de la computadora de quien los recibió y tiene temor al castigo sino lo reenvía a tantas personas, en tanto tiempo, etc. Es la misma historia de siempre, anexar lo divino con el castigo. Como cuervos negros, el peso del castigo caerá sobre nosotros sino leemos el mensaje religioso, y peor será nuestro infierno sino lo reenviamos.

La fragilidad con que han asumido su religión, la facilidad con que cambiamos de fe religiosa, hace cuajar la idea de pecado cuando nuestra conciencia y nuestra mente no están preparadas para saber que la espiritualidad se vive individualmente en intimidad, y comunitariamente en el templo de cada religión.

Debemos dar la cara sin asombro a los mensajes religiosos, leerlos, practicar sus consejos, palpitar de emoción con el fondo musical que acompaña a cada uno de ellos. Pero hay cosas que me parece personalmente no debemos hacer: Tomar mensajes de otras personas para expresar lo que no sentimos, porque al no haber creado el texto, simplemente nos estamos “colgando” de los sentimientos de otra persona, lo cual ya me parece mal. En segundo lugar, no podemos atiborrar de mensajes religiosos a las personas sin respetar su creencia, en una época donde muchos cambian de grupo como quien cambia de ropa. Hacer de angelitos con los sentimientos y expresiones ajenas me parece poco cristiano.

Enviar los mensajes religiosos que recibimos a tantas personas según se nos pide, es grave cuando no cultivamos lo que leemos y reenviamos. Debemos ser antes que creyentes, seres humanos. El ser humano es la expresión más inteligente de la divinidad. El hombre es la obra perfecta de la creación.

Muchas veces, molestamos la intimidad de nuestros amigos enviándole no uno, sino varios mensajes religiosos en un solo paquete, como una encomienda pascual que le recuerda que quien lo envía es un niño bueno, y quien lo recibe debe convertirse en otro niño bueno.

Hay que tener decoro para hipócritamente reenviar estos mensajes, sin practicar una fe religiosa con respeto, sin hacer daño, practicando los mandamientos y reglas de cada creencia. Es mejor tener fe y orar en silencio, que pregonar tu fe esquiva, engañosa, farsante, teatral, nada lozana. El Internet es una herramienta he dicho que la tecnología nos ofrece, pero debemos saber compartir nuestros mensajes, mejor aún si escuchando la voz de nuestra conciencia, aprendemos a dominar nuestras histerias místicas, y desterramos de nosotros mismos mensajes que no han nacido de nuestro cerebro y nuestro sentimientos….Amén