AMERICAN
AIRLINES ¿????
(EB-20
enero 2015)
Hay viajes que se convierten
en tortura. Van retirando el brillo de nuestro entusiasmo, para apagarnos como
una vela en el holocausto de su silencio. Así fue lo que viví en mi último
vuelo vía Miami.
La madrugada del viernes 19
de diciembre enrumbé al aeropuerto “Jorge Chávez” de Lima-Callao. En la espera
me encontré con Ingrid y Tiago Rosolino una pareja peruano-brasilera que
comparten el amor y sus vidas. Entonces me informé en el pizarrín de vuelos que
el mío estaba “demorado” y no estaba confirmada su salida. A las 4:30 de la
mañana aun cuando la situación no había cambiado, me acerqué al counter y
registré mi presencia. A las 8:15 am había perdido el vuelo por culpa de la
American Airlines. Entonces la desesperación, la confusión y la soledad en un
aeropuerto tan grande hicieron presa de mi locura.
Tuve que realizar muchos
trámites para salir del lugar donde me encontraba en el aeropuerto, cargando un
equipaje de mano que pesaba una tonelada, caminando de aquí allá, nadie te
soluciona problemas todos te “pelotean”. Con personas que portan chalecos
amarillos y naranja, logré conseguir un documento que me exculpaba de haber
perdido el vuelo, ya que no era mi culpa, sino de la desorganización de la
aerolínea en mención. Pasé por Migración para que me anulen el sello de salida
del Perú y finalmente pude encontrarme con mis amigos en las afueras de mi
calvario, Omar Cornelio, Michel Larrabure y mi sobrina Stephanie Bustamante que
se encontraban sufriendo tanto como yo el atropello de American Airlines.
Sin duda que la agencia a la
que compré el pasaje me brindaba la oportunidad de tomar el mismo vuelo, a la
misma hora el día siguiente, haciendo un pago de “castigo”o “penalidad” como
llaman ellos, por mi impertinente pecado. Así que tuve que desembolsar 470 dólares
americanos de castigo, para subir al avión el sábado 20 a las 7:11 de la
mañana.
Ese día, instalado ya en mi
asiento, el avión de American Airlines se retrasó más de dos horas para
emprender vuelo a mi destino, de manera que sufrí durante todo el trayecto la
agonía de su desorganización. Llegué a Miami pasada las 6 de la tarde y la
exposición de mis pinturas se inauguraba a las 7:30 de la noche. No sé qué
milagro o que estrella me ayudó a estar presente en la muestra cuando se
encontraba ya en la galería el señor César Enrique Bustamante Llosa, Honorable
Cónsul del Perú en Miami, auspiciador de la muestra.
Después de todo lo “vivido”
y “sufrido” fue una radiante primavera ver la cantidad de amigos, exalumnos de
la familia Toulouse residentes en Miami, al señor cónsul del Perú, al galerista
Antonio del Moral, familiares y personas importante del lugar en la
inauguración de la muestra. La reunión estuvo amenizada por un pianista de
música peruana, catering de Miguel Angel Huaylla (exTls) y su restaurante “ Crazzy
potatos” de Fort Lauderdale, un grupo de jóvenes de música Rap y el permanente
entusiasmo de mi Promotor Cultural Mauricio Piccone Guinassi.
Hoy cuando pienso en lo
feliz que fui en la inauguración de la muestra en la Galería Adelmo del Barrio
de la Little Havana de Miami, pienso que la próxima vez después de tanta
felicidad compartida, algo que no haré, será viajar en American Airlines por lo
mal que se ha portado conmigo y que nadie ha sabido disculparse por tamaña y
grave falta……Me gustaría eleven ustedes su voz de protesta para que la
aerolínea en mención, no sólo me devuelva el dinero que me ha cobrado en
exceso, sino que vea la manera de disculparse con un artista peruano que viajó
al extranjero en nombre y representación cultural de nuestro país….(Quién es el
primero en apoyarme?)…
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