(EB-17 de agosto de 2009)
Hay la estrechez de los brazos
calor y energía del beso
que se alejan cuando el sol se apaga para entristecernos.
Hay humedad como sangre que te mancha
te arroja en el quirófano de la familia
para envenenando
aplicar la dureza de la indiferencia
el pavoroso capricho de olvidarte…
Contemplo el pasado que fluye entre mis dedos
y clamo al cielo qué está pasando
qué motor mueve el deseo de destruirnos
qué espejo ya no refleja por favor
la lentitud que quedó en mi lecho….
Hay el derroche de los que vuelan sin ser míos
de los cuellos donde cuelgan objetos que crujen
de la envidia, el herido corazón
del que no me siento culpable…..
En la profundidad de mi ser
acaricio sus mejillas, deposito un beso y doy un abrazo
de vidrio y flores será el futuro entre nosotros
ya no probaré la exquisitez de la fruta
y no beberé leche fresca en la mañana
el dulce será violento para castigar
guardando el secreto de lo vivido…
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